Los franceses de Ouigo se burlan, aún más, del español Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible,… y encima en la ciudad de éste (Valladolid). Lo hace ofreciendo billetes (en concreto, 10.000) a un precio de ¡1 euro! durante dos semanas.
Con esta gran oferta, el tren de alta velocidad low cost francés, propiedad del operador y gestor ferroviario galo SNCF, ha inaugurado este jueves sus viajes desde Madrid a Segovia y Valladolid. Lo hace en un momento que no es baladí: en plena guerra con el ministro Puente, quien llegó a amenazarles con acudir a la CNMC por vender billetes a pérdidas, y tras burlarse de este al presumir de tarifas “inigualables” hace unos días. Y ojo, todo ello, mientras SNCF entorpece la llegada de Renfe a París, que ya no se espera para verano, sino para antes de fin de año, por lo que no podrá sacar provecho de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se celebrarán en la capital francesa.
Tanto en el tema de exigir reciprocidad a Francia en materia ferroviaria como en el de quejarse de los bajos precios de Ouigo e Iryo (tren de alta velocidad que es propiedad de Ilsa, sociedad formada por Trenitalia -cuya dueña es la entidad estatal italiana Ferrovie dello Stato- y de las compañías españolas Air Nostrum y Glovalvia), y sin que sirva de precedentes, el ministro Puente lleva toda la razón. Su queja sobre los bajos precios de Ouigo e Iryo se debe a que venden a pérdidas y quitan viajeros a Renfe (y por ende, a su filial low cost, Avlo), algo que les hace perder “una cantidad de dinero tremenda” en nuestro país y que arrastra a Renfe en “esos malos resultados”.
Es quitar la sucias manos del Estado de un servicio y mejora la calidad y bajan los precios. Fascismo en vena. https://t.co/uZVofwoqRP
— Willy Tolerdo (@WillyTolerdoo) April 18, 2024
Al mismo tiempo, Puente ha criticado que una y otra vez, Ouigo e Iryo protestan por los elevados cánones que pagan a Adif, el gestor ferroviario español, por el uso de las vías y las infraestructuras. Sin embargo, el ministro vallisoletano subraya que tanto franceses como italo-españoles sabían las condiciones de la alta velocidad cuando decidieron entrar en España a competir con Renfe, en aras de una liberalización ferroviaria por orden europea que nuestro país se apresuró a cumplir mucho más que otros. Es más, el propio Puente ha subrayado que el operador español tuvo que afrontar la entrada de dos competidores y no de uno, como ha sucedido en otros países, en su intervención en el evento Wake Up, Spain! organizado por El Español, Invertia y Disruptores.
Lo que diga, pero el caso es que Puente, tan montaraz con la oposición española, no se atreve a vetar a Ouigo en españa... y que, a posteriori, decidan los tribunales y los órganos regulatorios. Es lo que habrían hecho los franceses.
Puente subraya que cánones que se pagan a Adif bajaron un 23% en 2021 y desde entonces están congelados, además son más bajos que los que se abonan en Francia y Alemania. Es más, en Francia han subido un 8% este año...
Allí, el ministro de Transportes no sólo habló de la “españolidad” de Talgo y de peajes en carreteras, sino que también recordó que la alta velocidad española se liberalizó en 2019 y que tanto Ouigo como Iryo conocía las reglas del juego (en alusión a los cánones que se pagan a Adif) desde el inicio del partido y que se extienden por diez años. Asimismo, quiso subrayar que dichos cánones bajaron un 23% en 2021 y que desde entonces están congelados, pero “si aplicáramos el IPC, en términos reales, los cánones que Adif cobra a las operadoras estarían un 40% más bajos que en 2019”. Además, refirió que los españoles son más bajos que los de Francia y Alemania, que “son más altos”, es más, en Francia han subido un 8% este año...
Puente recordó que en España están compitiendo empresas básicamente públicas de tres países distintos, por lo que sus pérdidas acaban teniendo que ser afrontadas por sus respectivos erarios públicos. Si esto es así, los costes de la alta velocidad de los Estados miembtos están siendo asumidos por los contribuyentes, y duda de que el modelo de la Unión Europea con su liberalización ferroviaria de la alta velocidad (que es un servicio comercial) fuera el de subvencionar los servicios de alta velocidad vía impuestos, porque en principio lo que quiso hacer la UE fue bajar precios y mejorar los servicios.