Más de 500.000 franceses tomaron París el martes, en una nueva exhibición de fuerza, con la segunda huelga general contra la reforma de las pensiones que pretende Enmanuel 'lolito' Macron y que se resume fácil: la edad de jubilación pasa de 62 a 64 años y los años cotizados para cobrar y para calcular pasan de 42 a 43. Lo primero, mejor que en España, lo segundo, peor.
Los políticos no se atreven a afrontar la única solución para el sistema público de pensiones: retrasar la jubilación y promocionar la natalidad
Dado el envejecimiento de la población europea, uno diría que habría que pasar a una edad de retiro no inferior a los 70 años aunque la jubilación debe graduarse según profesiones. A los 70 años un profesor universitario sabe más que a los 65 y está en plenitud, pero a un albañil puede resultarle difícil seguir el ritmo de su oficio. En cualquier caso, los 70 se imponen como edad mínima de jubilación. Por tanto, ¿por qué tantas protestas ante una medida lógica, y corta, si se quiere salvar, precisamente, ese Estado del Bienestar, esto es, las cuentas públicas?
En España, el demagogo Sánchez se enroca en un Estado del Bienestar que nos lleva a la ruina... y al impago de pensiones o a pensiones de miseria. Lo malo no es que el gobierno español suba las pensiones en un 8%, dado que son pensiones bajas. Lo malo es que no se dé cuenta de que con eso condiciona a toda la economía española y sobre todo cierra el paso a los jóvenes y compromete a toda la generación en activo. ¿O es que no se da cuenta de que la nómina mensual, solo de pensiones contributivas, ya supera los 11.000 millones de euros?
En lo único que piensa el europeo es en jubilarse: no sólo es un continente de viejos, es un continente derrotado. Tenemos que trabajar más y con más entusiasmo
Lo cierto es que los políticos no se atreven a afrontar la única solución para el sistema público de pensiones en el envejecido Occidente: retrasar la jubilación y promocionar la natalidad. Retrasar el retiro hasta los 70 años y pagar un salario a toda madre que traiga un hijo al mundo hasta los 18 años o hasta su independencia total. Y ese salario no puede ser los ridículos 100 euros mensuales... y hasta los 3 años.
El problema es grave porque en lo único que piensa el europeo actual es en jubilarse: no sólo vivimos en un continente de viejos, vivimos en un continente derrotado. Tenemos que trabajar más y con más entusiasmo. Tenemos que tener la esperanza de vivir, no la esperanza de jubilarse.