Fue una despedida a lo grande, con el salón de actos de La Vela abarrotado de empleados que habían ganado la entrada en un sorteo (no es broma). Cómo no, la estrella fue la digitalización. ¿Hacia dónde camina el BBVA que deja FG? El presidente saliente lo tiene claro: “No va a ser un banco, va a ser una gran compañía que va a proveer servicios de todo tipo”, aseguró. Vamos, que deja en herencia un ‘ultramarinos’ digital. ¡Qué grande eres, FG!
A su sucesor, Carlos Torres, le recomendó que hiciera como él, esto es, que tome decisiones basadas en principios, que trabaje pensando en el largo plazo sin descuidar el negocio y que se rodeé del mejor equipo. Traducido: que si quiere mantenerse en el sillón (largo plazo), cese a todo el que le pueda hacer sombra.
Lo cierto es que el legado que deja FG no es como para tirar cohetes, precisamente. Para empezar, el banco vale menos que hace 16 años, cuando FG se hizo con las riendas. Entonces valía mucho más que el Santander. Ahora, sin embargo, vale la mitad que el banco de Ana Botín si tenemos en cuenta los activos totales y menos de la mitad si atendemos únicamente al valor en bolsa. Sí, los accionistas deben estar muy tristes con su marcha.
Al desdén con el desdén: Oliu busca a Bankia pero Goiri solo quiere al BBVA
No hay consenso y así es muy difícil avanzar. El Sabadell busca a Bankia pero José Ignacio Goirigolzarri solo quiere fusionarse con su antigua casa, el BBVA. A su favor, que Francisco González ya se ha marchado. Con FG era imposible, si quiera, plantear la posibilidad de una fusión. Ahora, con Carlos Torres y Onur Genç, el escenario ha cambiado sustancialmente.
Ojo, no significa esto que Torres y Genç se vayan a lanzar a los brazos de Goiri, ni mucho menos, pero ninguno de los dos tiene el peso que tenía su antecesor ante el Gobierno, el Banco de España, el BCE o, incluso, ante los fondos con participación en el banco. Por cierto, unos fondos que no pasarán ni una si la nueva cúpula no logra elevar el valor de la acción. La digitalización está muy bien, pero a la hora de cobrar…
En Fráncfort confían en que la unión Unicaja-Liberbank sea el primer mojón de una fusión a cuatro entre Unicaja-Liberbank e Ibercaja y Abanca
El baile ya ha comenzado y en el sector se barajan otras posibilidades. Por ejemplo, la adelantada por Hispanidad entre BBVA y Caixabank. La presencia internacional de uno y la red de banca doméstica del otro. El BCE daría palmadas con las orejas. Pero no es la única. En Fráncfort confían en que la unión Unicaja-Liberbank sea el primer mojón de una fusión a cuatro entre Unicaja-Liberbank e Ibercaja y Abanca.
O, por qué no, una fusión a cinco entre las anteriores y Bankia. La clave, como ocurriría en una operación Bankia-BBVA, sería la privatización de la entidad vía fusión y no vía colocación en bolsa o mediante una venta directa. En esos dos casos quedaría demasiado patente el fracaso en la devolución de las ayudas públicas, algo que, sin embargo, quedaría perfectamente camuflado en una fusión.
En cualquier caso, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ya ha advertido, por si acaso, que el objetivo de la privatización de Bankia no es tanto devolver el máximo de ayudas sino mantener la estabilidad del sistema financiero.