Francoise Bettencourt Meyers es la primera mujer que ha alcanzado una fortuna de 100.000 millones de dólares (unos 90.327 millones de euros), según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Esta empresaria francesa de 70 años controla el 34,7% de L’Oréal, la compañía de cosméticos y belleza que fundó su abuelo, el químico Eugène Schueller, en 1909 y también es su vicepresidenta.
Al alcanzar una fortuna de 100.000 millones de dólares se ha colocado en el puesto número 12 del citado índice, dos por delante del español Amancio Ortega (87.600 millones). Sin embargo, aún está muy lejos del primer multimillonario del mundo, Elon Musk (232.000 millones), al ser dueño de Tesla, X (antes Twitter) y SpaceX, entre otras empresas. A este último le siguen a algo de distancia el francés Bernard Arnault (179.000 millones), fundador y líder de Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH); y el estadounidense Jeff Bezos (178.000 millones), fundador y presidente ejecutivo de Amazon.
La fortuna de Francoise Bettencourt Meyers se estima teniendo en cuenta la capitalización bursátil de L’Oréal, la cual supera los 241.480 millones de euros. A la compañía de cosméticos y belleza (dueña de marcas como la que le da nombre, Lancôme, Biotherm, Cacharel, Garnier, Maybelline, Vichy, La Roche Posay, Kiehl’s y de los cosméticos de grandes marcas de ropa -Prada, Valentino, Yves Saint Laurent, Giorgio Armani, Ralph Lauren-, entre otras) le va bien en ventas y en 2022 tuvo un gran desempeño en España al lograr su mayor beneficio desde 2018 y récord de ingresos.
La fortuna de Francoise Bettencourt Meyers se estima teniendo en cuenta la capitalización bursátil de L’Oréal, la cual supera los 241.480 millones de euros
Al ser hija única, Francoise Bettencourt Meyers heredó la mayor parte de su fortuna tras la muerte de su madre, Liliane Bettencourt, en 2017, pero no sin polémica (la cual ha sido objeto de una miniserie documental en Netflix titulada El caso Bettencourt: El escándalo de la mujer más rica del mundo). La primera llevó a los tribunales a su madre por supuesta demencia y por estar regalando dinero a sus amigos: entre ellos, el fotógrafo François-Marie Banier, quien habría recibido cerca de 1.130 millones de dólares en 20 años e incluso figuró como el único beneficiario del testamento hasta que Francoise presentó una demanda; y el exministro francés Eric Woerth (recibió una donación ilegal para la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy de 2007 que puso en apuros a este último). Al final, Francoise logró que ella y sus dos hijos fueran nombrados guardianes de los intereses de heredera de L’Oréal en 2011. Cuatro años después, los jueces absolvieron a Woerth, condenaron a Banier a tres años de prisión y otros siete acusados fueron declarados responsables de aprovecharse de Liliane Bettencourt.
Volvamos a Francoise Bettencourt Meyers, la primera mujer con una fortuna que alcanza los 100.000 millones de dólares. Toca el piano todos los días, hizo un estudio de cinco volúmenes sobre la Biblia y una genealogía de los dioses griegos, como refirió Clarín. Se crió como católica, pero al casarse con Jean-Pierre Meyers, nieto de un rabino asesinado en Auschwitz, se convirtió al judaísmo y ha criado a sus dos hijos, Jean-Victor y Nicolas, bajo esa religión, añadió el diario argentino. Aparte de empresaria al ser vicepresidente de L’Oréal, también es conocida por su filantropía (entre sus donaciones está la de 226 millones de dólares para reparar la catedral de Notre Dame tras el incendio de 2019). En L’Oréal, la silla de presidente la ocupa Jean-Paul Agon y la de CEO la tiene Nicolas Hieronimus. Francoise es la vicepresidenta y junto a su familia son el primer accionista, con el 34,7% del capital; les siguen: inversores institucionales internacionales (29,94%), Nestlé (20,11%), inversores institucionales franceses (7,42%), accionistas individuales (5,97%) y empleados (1,86%). Y parece que en L’Oréal habrá continuidad familiar, porque los dos hijos de Francoise Bettencourt Meyers, Jean-Victor y Nicolas Meyers, son consejeros: el primero, de 37 años, es miembro del comité de Estrategia y Sostenibilidad; y el segundo, de 35 años, es miembro del comité de Auditoría. Asimismo, ambos hermanos son miembros del consejo de Supervisión del holding familiar Téthys que preside su padre y de la firma de inversión Téthys Invest. Además, Nicolas Meyers dirige la Bettencourt Schueller Foundation desde 2012.