La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ha dado a conocer este lunes sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de las comunidades autónomas para este año 2023.
Sobre el Producto Interior Bruto (PIB) español, prevé que crezca este año un 1,3% (frente al 1% pronosticado en enero), hasta alcanzar a final de año los niveles previos a la pandemia del Covid-19.
Todas las comunidades autónomas se desacelerarán en 2023 como consecuencia del impacto de la inflación en la capacidad de compra de las familias, en un contexto de incertidumbre global y de subida de los tipos de interés. A pesar de ello, y tras la intensa recuperación de 2022, 10 regiones habrán recuperado ya este año el nivel de PIB previo a la pandemia. Andalucía, Comunitat Valenciana, Madrid, País Vasco y La Rioja se sumarán a las cinco que ya consiguieron este hito el año pasado -Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y Navarra-. Por su parte, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Extremadura aún se mantendrán por debajo del nivel de actividad registrado en 2019, ha informado hoy Funcas.
Seis comunidades crecerán por encima de la media nacional: Baleares, Canarias, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco; y dos -Andalucía y Galicia- lo harán prácticamente en línea con la media. Como han explicado en la presentación de las previsiones de las CCAA para 2023 el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Estadística, Raymond Torres, el principal motor del crecimiento procederá del estímulo de los fondos europeos y de la normalización total de la actividad turística. El tirón del turismo debería ser especialmente favorable para Baleares y Canarias, que registrarán las mayores tasas de crecimiento (3,3% y 2,2%, respectivamente), así como en menor medida para Andalucía (1,3%) y Galicia (1,2%).
Respecto al paro, la tasa de paro nacional cerrará 2023 en el 12,3%
En cuanto al efecto de los fondos europeos, las comunidades con más presencia de la industria de bienes de equipo y servicios avanzados a empresas, como Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco, podrían resultar las más beneficiadas, no por el reparto territorial de los fondos sino por el potencial de aprovechamiento de estos estímulos por parte del tejido empresarial de las diferentes regiones. Las cuatro crecerán el 1,4%. Por otro lado, también existe un importante margen de recuperación del sector del automóvil en Castilla y León y Comunitat Valenciana.
Respecto al paro, la tasa de paro nacional cerrará 2023 en el 12,3%.
La tasa de paro seguirá descendiendo en todas las comunidades autónomas. El buen comportamiento del mercado laboral, con un incremento generalizado de la afiliación a la Seguridad Social y una reducción de la tasa de temporalidad, ha permitido que la tasa de desempleo en términos de EPA se sitúe por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en todas las regiones, salvo Madrid y Navarra, donde ya era relativamente bajo. En algunos casos, como en las comunidades del valle del Ebro, se ha situado por debajo del doble dígito. La tendencia a la reducción del paro ha sido más pronunciada en las comunidades con más desempleo, como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, de modo que se ha producido una convergencia por primera vez desde el estallido de la crisis financiera.
En 2022 la intensa recuperación iniciada en el ejercicio anterior se prolongó en todas las comunidades autónomas, con el turismo y el sector exportador como motores del crecimiento. El brote de inflación influyó en la evolución del consumo. En términos medios, el IPC aumentó entre el 7,5%-8% en algunas comunidades y más del 9,5% en otras. Este diferencial se explica sobre todo por la disparidad del alza de los precios energéticos y de los alimentos entre los diferentes territorios. Así, la subida del coste del transporte ha podido incidir con más intensidad en la cesta de la compra de las comunidades con más dispersión de población, que en los territorios con una alta concentración urbana. En estos últimos, además, las condiciones de competencia han podido amortiguar el traslado del shock de costes a los precios finales –en cuyo caso, los diferenciales de inflación se reducirán con el tiempo--.