Orange y MásMóvil continúan negociando y ahora concentran sus esfuerzos en la obtención de un macrocrédito de 6.500 millones de euros, cantidad que se sumará a los 7.700 millones de deuda que acumula MásMóvil. De hecho, según Cinco Días, la negociación se centra en la calificación crediticia que tendrá la nueva deuda por parte de las agencias de rating, lo que no deja de ser una muestra más de que la fusión no es tanto una operación industrial en la que se busca el desarrollo del negocio, como una operación financiera en la que lo único importante es el beneficio contante y sonante.
Es lo que persiguen los fondos propietarios de MásMóvil, Providente, KKR y Cinven, tal y como hemos insistido en Hispanidad desde que Providence, con John Hahn a la cabeza, entrara en el accionariado de la teleco, en julio de 2016, dispuesto a dar otro pelotazo como el que dio con la venta de ONO a Vodafone y antes con la venta del grupo Recoletos (Marca, Expansión…) a los italianos de RSC Rizzoli (El Mundo).
Estamos en la recta final de ese tercer pelotazo y tanto Providence como sus compañeros de segundo turno, KKR y Cinven, quieren cobrar, al menos, un anticipo y planean un dividendo extraordinario de 4.000 millones que se repartirán con Orange, naturalmente, a costa del préstamo de 6.500 millones. De locos. En lugar de endeudarse todavía más para invertir en redes -MásMóvil apenas tiene red propia: alquila la de Orange- lo hace para cobrar un anticipo antes de que la teleco francesa compre definitivamente su 50% de la joint venture, algo que, si todo continúa su curso normal, sucederá en el medio plazo.
Y todo esto se negocia en vísperas de la subida de tipos por parte del BCE, que encarecerá -ya lo está haciendo- la deuda de MásMóvil. Así, según Cinco Días, la rentabilidad de los bonos emitidos en 2020 es del 5,29% frente al 4% anterior, mientras que la deuda colocada en 2021 ha subido al 7,83% desde el 5,12% inicial.
Con razón, el Ceo de Orange España, Jean François Fallacher, aseguró a finales de abril que la deuda de MásMóvil era uno de los puntos que debían negociar. Y uno de los más importantes.