Ignacio S. Galán sigue dando muestras de ser muy listo y un buen gestor. Ahora vende la ‘huida’ de México como un acuerdo para descarbonizar e impulsar la transición energética en ese país, pero lo cierto es que no se fía del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (más conocido como AMLO), y quiere sacar dinero para otras inversiones… en otros países más fiables, con má seguridia jurídica..
El presidente ejecutivo de Iberdrola continúa con la ronda de visitas a presidentes y primeros ministros, al estilo de Alejandro Lerroux, como ya se vio, por ejemplo, en las que hizo a Luiz Inácio Lula da Silva y a Rishi Sunak. Ahora, se ha puesto el traje, la corbata verde y hasta el pin de la Agenda 2030 para ver al presidente de México.
La eléctrica destacó que AMLO declaró que el acuerdo “supone el inicio de una nueva etapa en la que la compañía participará activamente en el desarrollo renovable del país”. Sin embargo, también habría señalado que “se trata de una nueva nacionalización”, según El Economista, y de eso no se dice nada
En un primer comunicado, la eléctrica refirió que mantiene su apuesta por el país para liderar allí la transición energética. Ese fue el disfraz para pintar de color verde la venta de 8.539 megavatios (MW), que suponen el 76% de su negocio en México, por unos 6.000 millones de dólares (unos 5.480 millones de euros): en concreto, se trata de 8.436 MW en ciclos combinados de gas y otros 103 MW eólicos. Ese importe puede sufrir ajustes cuando se cierre la operación, pero los analistas del Banco Sabadell han señalado que ese valor de empresa (el que tiene una empresa o negocio para sus acreedores financieros y los accionistas, y que se obtiene sumando deuda y fondos propios) que se ha puesto como precio de venta estaría casi un 8% por debajo de su estimación, pues valoran el 100% del negocio mexicano de la eléctrica en 7.857 millones de euros. Además, han referido que supondría el 4,2% del valor de empresa de Iberdrola y cerca del 12% de su deuda neta.
Galán afirmó que “Iberdrola agradece el apoyo y la flexibilidad mostrada por el Gobierno de México para alcanzar este acuerdo, a la vez que considera a México un país estratégico con potencial de crecimiento y expansión donde mostrará su apoyo a México y al Estado desarrollando capacidad renovable”. Unas declaraciones políticamente correctas
En un segundo comunicado, la eléctrica refería que Galán y AMLO se reúnen y anuncian su compromiso con el desarrollo de las energías renovables en México. Allí le quedan, por ahora, 1.059 MW renovables, 1.166 MW en ciclos y 202 MW en cogeneración. Vende los citados 8.539 MW a Mexico Infraestructure Partners (MIP) y la operación tiene el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México. La eléctrica destacó que AMLO declaró que “el acuerdo alcanzado con Iberdrola, que permite avanzar en la implementación de la nueva política energética de México, supone el inicio de una nueva etapa en la que la compañía participará activamente en el desarrollo renovable del país”. Sin embargo, el presidente mexicano también habría señalado que “se trata de una nueva nacionalización”, según informa El Economista, y de eso no se dice nada. Por su parte, Galán afirmó que “Iberdrola agradece el apoyo y la flexibilidad mostrada por el Gobierno de México para alcanzar este acuerdo, a la vez que considera a México un país estratégico con potencial de crecimiento y expansión donde mostrará su apoyo a México y al Estado desarrollando capacidad renovable”. Estas declaraciones son demasiado políticamente correctas, porque el país azteca se lo ha puesto nada fácil a las energéticas españolas y eso que, afortunadamente, no salió adelante su reforma eléctrica. Además, hace unos años, Iberdrola ya canceló una inversión de 1.000 millones en el país y meses después, AMLO criticó el nombramiento como consejero del expresidente Felipe Calderón.
En una reunión con analistas e inversores, Iberdrola ha explicado que con la operación de ‘huida’ de México se libra definitivamente de una multa de 432 millones de euros que el Gobierno mexicano pretendía imponerle por un presunto incumplimiento de la normativa de autoabastecimiento. Asimismo, el dinero que obtendrá lo quiere destinar a nuevas oportunidades en EEUU y Europa, que son mucho más fiables. No hay que olvidar que su plan estratégico contempla unas inversiones de 47.000 millones, el 47% destinadas a EEUU, y para financiarlas se incluyen desinversiones.
Y por cierto, el mercado -y por ende, los inversores- han aplaudido la ‘huida’ de México, porque la cotización de Iberdrola ha subido casi un 2%, casi cinco veces más que el Ibex (+0,40%).