Parece que Ignacio S. Galán ha aprovechado la conferencia con analistas en la que presentaba los buenos resultados de 2021, para saldar cuentas. Y es que ha puesto a caldo al Gobierno, a la judicatura y a Florentino Pérez... pero a este último sin citarle, claro está.
El presidente y CEO de Iberdrola se sigue resistiendo a nombrar un primer ejecutivo, pese a la presión del fondo BlackRock, segundo accionista de la eléctrica tras el fondo soberano de Catar, y con la que se ha dado cuenta que Larry Fink no es un amigo. A sus 71 años, Galán presume de ser un buen gestor empresarial y de haber colocado a la compañía como la segunda capitalizada del Ibex, tras Inditex, y por delante del Banco Santander. Una posición en el parqué que ha mantenido, a pesar de que la cotización se ha depreciado más de un 12% en el último año, sobre todo, por cuestiones de reputación corporativa: la imputación del propio Galán, de varios directivos y exdirectivos, y de la filial Iberdrola Renovables Energía como persona jurídica en el ‘caso Villarejo’.
Galán ha advertido que las intervenciones del mercado eléctrico “no funcionan, ya que las empresas no se benefician y los clientes deben pagar los costes”
Pero vayamos por partes. Galán ha puesto a caldo al Gobierno... Sí, pese a que ha habido tiempos en que ha sido un buen lacayo de la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera y elogiaba su plan de transición ecológica, desde hace meses, no hay tanta buena sintonía, sobre todo, por los elevados precios de la luz (criticando sus excesivos impuestos, cargas y tasas) y por el decretazo del pasado septiembre (el anteproyecto de retribución del CO2 que restaba millones a las eléctricas). Además, hace unos meses aludió al “intervencionismo terrorífico” del sistema eléctrico español, destacando la importancia de la seguridad jurídica y de generar un clima que transmita “confianza a los inversores”.
Este miércoles, Galán ha advertido que las intervenciones del mercado eléctrico “no funcionan, ya que las empresas no se benefician y los clientes deben pagar los costes”. En concreto, ha hablado de Reino Unido, donde la intervención ha provocado el colapso de más de una treintena de comercializadoras. Asimismo, ha señalado que Iberdrola no se ha lucrado de los altos precios del pool eléctrico: “Nunca hemos estado vendiendo nuestra energía a los precios pool, especialmente en el mercado español, hemos mantenido nuestra política de precios fijos a nuestros clientes”. “Los precios pueden pasar de 50 a 200 euros por megavatio hora, pero no hemos vendido a 200 euros”, ha añadido, en lo que parecía un gran reproche al Gobierno, en especial a Ribera y los podemitas, que en más de una ocasión han acusado a las eléctricas de lucrarse con el alza de la luz.
Codes, responsable de servicios jurídicos de Iberdrola, refiere que la investigación del ‘caso Villarejo’ “está siendo fomentada por la competencia, que utiliza su posición para intentar dañar la reputación de la empresa por su propio interés”
Críticas a la judicatura. Galán ha insistido en defender su inocencia en el ‘caso Villarejo’. Es más, ha señado que “no hay ningún caso bajo el derecho español, del Reino Unido o de Estados Unidos” y que “ni siquiera se presentaría por un fiscal ante un tribunal o un jurado”. Claro que a esto se ha sumado el golpe a Florentino Pérez, con quien hay una guerra total con El Confidencial de por medio: el responsable de la dirección de servicios jurídicos de la eléctrica, Gerardo Codes, ha referido que la investigación del ‘caso Villarejo’ “está siendo fomentada por la competencia, que utiliza su posición para intentar dañar la reputación de la empresa por su propio interés”. Y por si esto no bastara, Codes ha subrayado que “no hay ninguna conducta irregular” de ningún empleado o ejecutivo de la eléctrica, según la investigación interna que esta última encargó a PwC, y todas las aclaraciones dadas al juez Manuel García-Castellón por los empleados y directivos que declararon.