Galp ha tropezado este lunes, pues ha caído en bolsa tras dar a conocer sus resultados del tercer trimestre. Y es que ha triplicado las pérdidas, situándolas en 334 millones, a pesar de que los ingresos se han disparado un 49%, a 4.396 millones, y después de ganar 232 millones hasta junio. ¿El motivo? La petrolera lusa ha tenido que afrontar unas partidas especiales de 545 millones, con las que ha aumentado sus coberturas para reducir el riesgo de los precios de suministro y abastecimiento de gas, ante la volatilidad en los precios del gas natural.
Por ello, Galp prefiere destacar que sin los extraordinarios y los efectos de inventario, el resultado neto ajustado fue 161 millones entre julio y septiembre, frente al negativo de 23 millones de hace un año. Así, su CEO, Andy Brown, presume de “unos resultados sólidos, reflejando la mejora de las condiciones macroeconómicas (entre ellas unos precios del Brent más altos)”.
Conviene destacar que el negocio de upstream (extracción de crudo) sigue siendo el principal de Galp, pues aportó el 86% (522 millones) del Ebitda en el tercer trimestre, el cual ascendió a 607 millones. Esta división elevó su resultado bruto de explotación en 220 millones respecto al que presentó en el mismo periodo del año pasado. Le sigue comercial, con un Ebitda de 87 millones (-17%) y la división de Industrial y Energy Management, con 15 millones positivos, frente al negativo de 12 millones de un año antes.
Galp prefiere destacar que sin los extraordinarios y los efectos de inventario, el resultado neto ajustado fue 161 millones entre julio y septiembre: el CEO presume de “unos resultados sólidos, reflejando la mejora de las condiciones macroeconómicas”
Por su parte, el área de renovables y nuevos negocios ha tenido un Ebitda poco relevante, aunque en el nivel proforma ha sido de 28 millones. Brown ha destacado que les complace “seguir ejecutando la estrategia de renovables propuesta, expandiéndonos dentro y fuera de Iberia con la entrada en Brasil, dejando nuestra cartera actual en unos 4,7 GW de capacidad bruta”. Dentro de esta, se encuentran el 75% de los activos fotovoltaicos que Zero-E tiene en España, que compró por 2.200 millones, y de los que ACS retiene el 25% restante, por ahora. “Se trata de un momento importante en la historia de Galp y estoy seguro de que estamos en el camino correcto para prosperar en la transición energética”, ha añadido Brown.
En el conjunto de los nueve primeros meses, la petrolera portuguesa ha tenido unas pérdidas netas de 102 millones, un 80% inferiores a las de hace un año, gracias a la mejora del 32% en los ingresos, que se han situado en 11.492 millones. Mientras, el Ebitda se ha disparado un 45%, 1.678 millones, lo que ha llevado a elevar la previsión anual, pasando de 2.000 millones a superar los 2.300 millones. Y aunque la deuda neta se ha elevado ligeramente a 2.068 millones, el ratio sobre Ebitda es de 1,1 veces y Galp “sigue confiando en que el perfil de cash flow nos permitirá despegar y ofrecer una retribución competitiva a los accionistas con respecto a 2021”.