Es cierto que en otros países de nuestro entorno existe un Observatorio de márgenes empresariales, pero su objetivo es analizar la productividad de las compañías y ver cómo se puede mejorar. En España, la iniciativa puesta en marcha este lunes por el ministerio de Asuntos Económicos, la Agencia Tributaria y el Banco de España tiene una función fiscalizadora y de vigilancia.

Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña Ceim, se ha mostrado especialmente molesto con la vicepresidenta Nadia Calviño: “Está siempre diciendo lo que tiene que hacer una empresa, el margen que tiene que tener, lo que tiene que pagar a sus empleados, lo que tiene que hacer con sus productos y a cuánto los tiene que vender. Hasta con los bancos”, ha señalado. “Haga su trabajo y deje que las empresas hagan en suyo”, ha sentenciado en declaraciones a Europa Press.

Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, ha criticado que el Observatorio no tenga en cuenta a los trabajadores por cuenta propia. “Un observatorio de márgenes empresariales sin los autónomos es como hacer un pan con unas tortas”, ha publicado en su cuenta de Twitter. “Es de todo menos representativo de nuestra realidad económica y empresarial”, ya que, según Amor, “obvia dos de cada tres actividades”. También Garamendi, presidente de la CEOE, lo ha criticado: “La clase política debería preocuparse de las cuentas del Estado, en especial de la deuda pública”, ha afirmado.

Por cierto, según el Observatorio, las empresas del sector energético han disparado sus márgenes durante el primer trimestre de este año, las turísticas ya han superado los márgenes pre-pandemia y las alimentarias aún no lo han logrado. ¿Seguro que la economía española va como un tiro? Superar los márgenes pre-pandemia, tres años después, no parece que sea algo extraordinario, ni mucho menos. Y todavía hay empresas españolas que no lo han conseguido.