General Mills se ha derretido en bolsa (su cotización ha bajado un 4,6%), tras publicar los resultados de su último ejercicio fiscal cerrado el pasado 26 de mayo. Las cifras obtenidas por el dueño de los helados Häagen-Dazs, las fajitas Old El Paso y otros muchos productos no han sido buenas: en concreto, se han reducido las ventas y el beneficio,… pero los accionistas no lo notarán, porque subirá el dividendo.
La empresa estadounidense de alimentación tiene sus orígenes en la fundada en 1856 por el congresista Robert Smith y que poco después fue adquirida por Cadwallader C.Washburn. Actualmente las riendas las lleva Jeff Harmening, como presidente y CEO, al frente de esta compañía que se dedica a productos alimentarios (cereales, helados, productos para comidas, snacks de granos y de frutas, entre ellos), tanto en venta minorista como en servirlos a restaurantes y pequeñas tiendas de alimentación, y también cuenta con una división de comida para mascotas. Los helados Häagen-Dazs están entre sus productos más conocidos y cabe recordar que fueron fundados por Reuben y Rose Mattus, un matrimonio de judíos de origen polaco, en EEUU en 1961 y en 1983 fueron comprados por Pillsbury (propiedad de General Mills desde 1999), además en EEUU y Canadá la licencia de estos helados fue adquirida por el gigante alimentario suizo Nestlé en 2001.
El descenso en ventas y beneficio es llamativo y más cuando ha registrado menores costes de los productos vendidos (12.099 millones, un 4,6% menos) y gastos de venta, generales, administrativos, de reestructuración y deterioros (15.376 millones, un 1,4% menos)
En su año fiscal 2024, General Mills no ha engordado sus principales magnitudes financieras, pues sus ventas han descendido un 1,2%, a unos 18.588 millones de euros; y el beneficio neto atribuido ha bajado un 3,7%, a 2.337 millones. Esto es llamativo y más cuando ha registrado menores costes de los productos vendidos (12.099 millones, un 4,6% menos) y gastos de venta, generales, administrativos, de reestructuración y deterioros (15.376 millones, un 1,4% menos). Además, entre las ventas, sólo han aumentado las de productos servidos a restaurantes y pequeñas tiendas, que lo han hecho un 3,1%, hasta 2.115 millones; ligeramente por debajo de la división de mascotas (2.224 millones, un 3,9% menos), aunque a gran distancia de la facturación minorista en Norteamérica, que sigue siendo la principal aportadora en las ventas totales (11.676 millones, un 1,5% menos).
El descenso en las principales magnitudes financieras del ejercicio fiscal se debe, sobre todo, al batacazo en su cuarto trimestre fiscal (marzo a mayo), cuando las ventas cayeron un 6,3% y el beneficio se derritió un 9,3%. Y ojo, para el presente año fiscal, la previsión es que las ventas tengan un ligero alza del 1% o se queden planas, pese a que la bajada de costes continuará. Eso sí, los accionistas pueden estar tranquilos -y felices también- porque el dividendo sube un 2% y se abonará el próximo 1 de agosto.