General Motors despedirá a 1.000 ingenieros de la división de software y servicios, pese a los buenos resultados semestrales obtenidos, con aumentos de ingresos y beneficios, frente a los descensos de Stellantis, Ford, Mercedes-Benz, Renault, Volkswagen y BMW. Y la decisión se enmarca dentro de la anunciada reestructuración de Cruise -la división de conducción autónoma- ante la incertidumbre normativo y los altos costes.

Es cierto que la cifra de despidos supone apenas un 0,6% de la plantilla total del fabricante automovilístico estadounidense, la cual asciende a 165.000 trabajadores. Sin embargo, cabe recordar que se suma al recorte de 900 empleados en Cruise que anunció a finales de 2023, después de haber suspendido su servicio de vehículos autónomos en EEUU tras problemas en desarrollo. Estos despidos no son baladí y menos teniendo en cuenta el contexto de ralentización en coche eléctrico que se está viviendo en EEUU y Europa desde hace unos meses, y un menor avance en el mismo también supone un retraso en el siguiente paso que iba a ser el coche autónomo. Además, no hay que olvidar la feroz competencia china, que la Unión Europea y EEUU intentan contrarrestar con la imposición de aranceles a los coches importados. Claro que el gigante asiático no se ha quedado parado: denunció ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la Ley Climática de Biden, que incluye ayudas a la compra de coches eléctricos, por discriminar a los chinos y que activa aranceles; y también ha denunciado los aranceles impuestos por la UE.

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General Motors despedirá ahora a 1.000 ingenieros, como ha avanzado Bloomberg, dentro del plan de racionalización de plantilla, mientras el periódico Detroit Free Press ha apuntado que serán más de 1.000 y el total podría llegar a 1.500. Los primeros 634 despidos se han producido en el Centro Técnico Global situado en Warren el pasado lunes 19, de los que 227 son ingenieros de software y 92 son ingenieros de sistemas. “Debemos simplificar para lograr velocidad y excelencia, tomar decisiones audaces y priorizar las inversiones que tendrán el mayor impacto”, recoge un comunicado de General Motors.

Recuerden que hace unos meses, la CEO del fabricante automovilístico estadounidense, Mary Barra, subrayó que “la transformación tendrá lugar en décadas. Y es por eso que no podría estar más orgullosa de nuestro motor de gasolina”. Por ello, se está apostando fuertemente por los híbridos, de hecho, para 2027 tendrán un portafolio de híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-, aunque como estos no son “emisiones cero”, la visión a largo plazo sigue siendo ir hacia los eléctricos. De hecho, en el primer semestre, ha aumentado la producción de eléctricos, donde Barra ha destacado que “estamos comprometidos a un crecimiento del volumen de forma disciplinada, que es clave para obtener beneficios de nuestra gama en el cuarto trimestre, lo que sigue siendo nuestro objetivo”. Mientras en Cruise se lanzó un proceso de reestructuración.

Y por cierto, General Motors no fabrica nada en España, pero volverá al mercado europeo ofertando sólo coches eléctricos de las marcas Cadillac, Chevrolet y Hummer.