No ha sido un buen año para los gigantes tecnológicos cuyas acciones se han desplomado con rotundidad en 2022. Durante los últimos 12 meses, las Big Tech han perdido una parte importante de capitalización bursátil por el mal comportamiento de los mercados afectados la guerra de Ucrania, unos precios acelerados y la incertidumbre macroeconómica internacional.
Lo ocurrido lo refleja bien el índice Nasdaq Composite con caídas en el año del 35% que protagonizan Meta (Facebook) que ha bajado el 63%, el 39% lo ha hecho Alphabet (Google) mientras que los descensos de Amazon y Netflix rondan el 50%. Los otros gigantes, Apple y Microsoft, han perdido el 26% y el 28%, respectivamente.
Si fue el sector preferido del mercado durante una década cuando a principios de 2009, el Nasdaq cotizaba a 1.440 puntos y llegó a tocar 16.000 a finales de 2021, ahora el índice tecnológico se ha desplomado desde entonces hasta los 10.560, nivel en el que se ha movido durante el mes diciembre de 2022.
Los fondos de la Bolsa turca
En un año calificado de ‘horribilis’ para los mercados, en el que acciones y los bonos se han desplomado en paralelo y sólo han funcionado bien, según los expertos, el petróleo, materias primas y el dólar, la renta variable turca ha brillado ‘con luz propia’ (que diría un cursi).
Pero es cierto, florituras aparte, que, en la categoría de fondos de renta variable europea, han sido los fondos de acciones turcas los que se han desmarcado, con rentabilidades de triple dígito.
Son dos en concreto que tienen en común la compra de acciones de las empresas cotizadas del país. Hablamos del HSBC Global Investmen Funds Turkey Equity que sube casi un 150%, y el BNP Paribas Funds Turkey Equity, que se revaloriza alrededor del 112%, segú Morningstart.
Y es que, la bolsa turca, se ha visto beneficiada por los sectores más expuestos al ciclo económico, como las manufacturas, los bienes de consumo, las materias primas y los servicios financiero.
Entre todos suponen cerca del 72% de la capitalización bursátil del índice de referencia que ha registrado subidas de entre el 96% y el 120%.
Un fondo de Luxemburgo se hace con jabón Lagarto
Se trata de Tertius que se convertirá en accionista mayoritario de la compañía Euroquímica, propietaria de detergentes y jabones Lagarto, con sede en Illescas (Toledo) y que fabrica sus productos en Zaragoza, al comprar toda la deuda de la empresa.
El director general de la compañía, Sergio Talavera, ha explicado a la agencia Efe que cuando se hizo cargo de Euroquímica, hace tres años, la empresa tenía problemas de endeudamiento financiero "muy importantes", con pasivos de casi 20 millones de euros de los que bancarios eran prácticamente 16 millones.
"Euroquímica es muy atractiva y un montón de fondos se han acercado", ha dicho Talavera, y de ellos han optado por Tertius para capitanear la reestructuración bancaria y financiera.
El jabón Lagarto nació en San Sebastián en el año 1914; en 1971 se abrió una fábrica en Zaragoza y en 1974 el empresario Francisco Moreno fundó en Illescas Euroquímica, que hacia el año 2000 compró la marca Lagarto y la fábrica de Zaragoza.
"La filosofía del fondo de inversión, que es de origen familiar aunque sea internacional, es mantener la empresa y el mismo espíritu de empresa familiar", ha explicado el director general.