El Gobierno presume de que logrará 80.000 afiliados más este mes, recuperando el nivel preCovid de febrero de 2020, cerrando con una cifra media de 19,48 millones de personas. Sin embargo, calla sobre el elevado paro (3,4 millones).
Eso sí, en julio, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, falló en las previsiones que dio: habló de que la afiliación crecería en unos 150.000 trabajadores respecto a junio, pero sólo lo hizo en 91.451, cerrando con una cifra total de 19,59 millones. Ojalá, esta vez tenga más tino con los pronósticos, porque su Departamento presume de que el incremento de agosto sería el cuarto mensual consecutivo en términos desestacionalizados y que el crecimiento está siendo generalizado, liderado por educación, hostelería y construcción en la primera mitad del mes. Además, añade que el aumento de la afiliación acumulada respecto a la última semana de junio es de 22.000 personas, frente a una caída de 152.000 afiliados en el promedio de 2017-2019.
Lo más positivo es que siguen bajando los afectados por ERTE: se situaron en 286.000 el pasado 13 de agosto, de los que 86.850 estaban a tiempo parcial y por primera vez menos de 200.000 en suspensión total. Los mayores descensos se han producido en Baleares (-22,7%), Canarias (-18,1%) y Comunidad Valenciana (-16,3%). Así, desde el pico de la tercera ola que se produjo en febrero, los empleados afectados por ERTE han bajado en más de 600.000 personas.