Ha sido Goldman Sachs, los chicos del señor David Solomon. Se ha revelado contra el regulador norteamericano porque considera que se ha pasado con las agencias de recursos propios. Recuerden lo de Joaquín se produjo el 2007, con la crisis bancaria producto de la especulación y de la deuda basura. Entonces surgió la boda, porque los grandes expertos monetarios también se guían por las modas y no por lo que debieran: por la historia y la tradición. 

Se llegó a la conclusión de que para solucionar una crisis bancaria lo que había que hacer era aportar dinero. Que los accionistas perdieran toda su inversión, lo cual está muy bien y que luego otros accionistas pusieran más dinero, empezando por el Estado que funciona con el dinero de los demás. 

Recuerden: un buen banco no es el que tiene mucho capital sino el que tiene poca morosidad

¿Que un banco entra en crisis? Fácil: meta usted más capital. ¿Que el negocio continúa siendo ruinoso? Más capital. Es decir se olvidó la regla de oro del negocio bancario: un buen banco no es aquel que tiene mucho capital sino aquel que tiene poca morosidad. No importa el tamaño, lo que importa es el buen hacer bancario, consistente en otorgar créditos y que te lo devuelvan, junto a los intereses. Sin pasarse con los intereses, a ser posible. 

Ahí nació el estúpido 'too big to fail' (demasiado grande para caer), la mayor barbaridad que se recuerda en el sector, consistente en que, a la postre, los políticos utilizan el dinero de todos para salvar bancos en crisis. 

El tamaño no importa, lo que importa es el buen hacer bancario

Por último, se olvido otra regla de oro: que hay que dejar quebrar a los quebrados.

Ahora bien las estupideces suelen llevar, en el pecado, la penitencia. Así, ha llegado un momento en que la continua exigencia de recursos propios empieza a mostrarse como la gran estupidez que es. ¿De qué me sirve tener mucho capital si no logro rentabilizarlo y, por tanto, no logro remunerar al inversor? La regulación ha comenzado donde menos lo podía esperar, en la más que especulativa banca de inversión Goldman Sachs. Por una sola vez, sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con los especuladores de Goldman Sachs.