Elon Musk ha recibido un golpe en los resultados del primer semestre de Tesla, que se hunde por culpa de menos ventas de coches eléctricos y las rebajas de precios, y la inversión en Inteligencia Artificial. Y es que ha ganado la mitad y ha reducido los ingresos un 3%, algo que no ha gustado los inversores: la cotización baja un 12%.
El fabricante estadounidense de coches eléctricos se ha visto afectado por el freno mundial en este tipo de vehículos que se está viendo en otros muchos grupos del sector… y ni siquiera las rebajas de precios le han permitido escaparse, sino todo lo contrario: han acabado afectando a su rentabilidad. Los ingresos han descendido un 3%, a unos 43.097,6 millones de euros, en el primer semestre, algo en lo que también han influido las menores ventas (443.956 unidades, un 5% menos) y el descenso del 14% en producción, a 410.831 vehículos, entre los meses de abril y junio, y tras los descensos en el primer trimestre. Eso sí, en la última Junta los accionistas aprobaron su mega bonus (48.400 millones).
Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha cerrado el segundo trimestre con un desplome del 21%, a 3.383 millones, y el margen operativo se ha hundido en 333 puntos básicos, hasta un 6,3%, mientras los gastos operativos se han disparado un 39%, a 2.704,6 millones. Y el beneficio neto se ha desplomado a la mitad (-50%) entre enero y junio, a 2.401 millones, de los que 1.361 millones (-45%) han correspondido al segundo trimestre.
Parece que Musk se temía el batacazo en las cifras, porque un día antes de publicarlas, insistió en que producirá y venderá a corto plazo un robot humanoide (denominado Optimus). De hecho, prevé instaurarlos dentro de la propia compañía en 2025 en tareas de fabricación poco complejas en el laboratorio y quizá, “con suerte”, podrían estar disponibles un año después para trabajar “en alta producción” en otras empresas.
En paralelo, el CEO de Tesla ha anunciado que paraliza la construcción de la fábrica de Nueva León (México) hasta después de las elecciones presidenciales de EEUU. En esta decisión influye la intención del republicano Donald Trump de poner aranceles a los vehículos fabricados en México. Al mismo tiempo, ha negado aportaciones millonarias a la campaña de Trump y Fortune ha publicado que Musk ha matizado que la aportación de 41 millones de euros al America PAC no es un apoyo a la persona de Trump, sino a los ideales del Partido Republicano, y además, ha señalado que la quita de apoyos a los vehículos electrónicos por parte de Trump “a largo plazo probablemente ayude a Tesla”. Veremos, por ahora, habrá que esperar a la cita con las urnas del próximo noviembre y a que el nuevo presidente de EEUU tome posesión en enero de 2025.
El multimillonario Musk no sólo apuesta por los robots humanoides, sino que también está desarrollando un superordenador (denominado Dojo), para tratar de competir contra Nvidia.
Claro que no sólo lo está pasando mal por los resultados de Tesla, sino a nivel personal en su familia, por culpa de la ideología de género y de lo que está afectando a su hijo Xavier.