BlackRock, el gran fondo de inversión que dirige Larry Fink y es el colonizador del Ibex, ha recibido un golpe en el estado de Texas (EEUU), junto al banco francés BNP Paribas y los suizos Credit Suisse y UBS. Y es que han sido incluidos en una lista negra por su boicot al sector petrolero, al igual que otros seis bancos y fondos.
El estado que gobierna el republicano Gregory Wayne Abbott desde el 20 de enero de 2015 ha decidido impedir que 10 entidades financieras y fondos realicen ningún tipo de negocio en dicho territorio, según ha informado la Oficina del Controlador de Cuentas de Texas. En la lista negra, además de las ya citadas, se incluyen: el banco danés Danske Bank, el finlandés Nordea, los suecos Swedbank y Svenska Handelsbanken; la multinacional británica de gestión de activos Schroders y el fondo británico Jupiter Fund Management.
"El movimiento de prácticas medioambientales, sociales y corporativas ha creado un sistema opaco y perverso en el que algunas empresas financieras ya no adoptan decisiones en el mejor interés de sus accionistas o clientes, sino que usan su poder financiero para empujar una agenda social y política", señala el controlador de Texas, Glenn Hegar
La decisión del estado de Texas es consecuencia del rechazo que han mostrado estas entidades y fondos a hacer negocios con el sector petrolero con el objetivo de penalizar, infligir daño económico o limitar sus relaciones comerciales. Y todo esto en el estado que más petróleo produce dentro de EEUU. Conviene recordar que muchas energéticas trabajan apalancadas, pues hacen inversiones no con fondos propios sino con deuda... y en esto se vuelve clave la financiación que obtienen de bancos y de fondos de inversión. Claro que estos últimos a veces dan un paso más allá y también son accionistas de las energéticas, como se puede ver en el caso de BlackRock, que es el segundo accionista de Iberdrola y donde Larry Fink presiona para que Ignacio S. Galán nombre un CEO.
El golpe de Texas supone que los fondos de pensiones públicos de dicho estado tienen prohibidas las relaciones con los diez bancos y fondos incluidos en la lista negra, los cuales tendrán que vender sus participaciones. Asimismo, los fondos de pensiones no podrán contratar sus servicios como gestores de fondos. Claro que el golpe no acaba ahí, porque también se critica la obsesión verde de BlackRock y compañía. "El movimiento de prácticas medioambientales, sociales y corporativas (denominadas ESG, por sus siglas en inglés) ha creado un sistema opaco y perverso en el que algunas empresas financieras ya no adoptan decisiones en el mejor interés de sus accionistas o clientes, sino que usan su poder financiero para empujar una agenda social y política", ha señalado el controlador de Cuentas Públicas del estado de Texas, el republicano Glenn Hegar.