Arturo Gonzalo ha insistido en el negocio del transporte del hidrógeno verde, ruinoso por ahora. Y es que se ha mostrado convencido de que el corredor europeo del hidrógeno, el famoso H2Med, y la Red Troncal del Hidrógeno española serán “una realidad” en 2030.

Su intervención en el I Observatorio de la Energía organizado por El Español ha ido en la misma línea que la mostrada tras los últimos resultados de Enagás (que no fueron buenos -menos ingresos y números rojos) y también meses atrás. Ahora Gonzalo, que se ha quedado con las ganas de relevar a Teresa Ribera en la Vicepresidencia tercera y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (cargos para los que se ha elegido a Sara Aagesen), ha destacado que la Comisión Europea apoya el hidrógeno verde y que España tiene “una oportunidad extraordinaria para ser el gran hub del hidrógeno en Europa”.

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El CEO de Enagás ha referido que hay un enorme interés, como se pudo ver a principios de mes, en la call for interest (manifestación de interés) no vinculante sobre el futuro hidroducto H2Med que lanzaron en Madrid varios operadores europeos: el español Enagás, los franceses GRTgaz y Teréga, el portugués REN y el alemán OGE. De hecho, participaron “más de 800 actores” y en su opinión, “da una imagen muy sólida de las necesidades que se están dando en el mercado”. Sin embargo, conviene recordar que se trata de muestras de interés sin adquirir compromisos, por tanto, Enagás y el resto de interesados siguen sin poner dinero... y además, su CEO ya anunció que solicitará más fondos públicos para la citada Red Troncal y el H2Med, y ahora ha insistido en que “necesitamos más financiación”, aludiendo a que en ese mismo sentido se han pronunciado los informes elaborados por Mario Draghi y Enrico Letta.

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Gonzalo prevé que el gap de competitividad sea más rápido en España que en Alemania. ¿El motivo? Nuestro país fue el que más proyectos presentó a la subasta del Banco Europeo del Hidrógeno y el coste medio de producción se sitúa en ellos en unos 5,8 euros por kilogramo, frente a los 11,6 euros/kilogramo de Alemania. Veremos si es así... o no.