Los bancos están como locos por captar hipotecas, por aquello de que lo último que deja de pagar Juan Español es la letra del piso. Además, el cliente hipotecario es un claro candidato a convertirse en cliente vinculado y quien tiene un cliente vinculado tiene un tesoro.
2024 fue un año increíble para el euríbor, el principal índice de referencia hipotecaria en España. Comenzó en el 3,67% y cerró en el 2,43%, la mayor caída desde 2012, lo que explica el espectacular repunte de hipotecas en 2024, sobre todo durante la segunda mitad del año.
En este contexto de euforia, Evo Banco anunció esta semana la rebaja de todas sus hipotecas y la vuelta a las tarifas de 2022, esto es, las tarifas vigentes justo antes de que el BCE comenzara a subir los tipos de interés. 2025 comienza bien para los que buscan comprar vivienda. La previsión de algunos analistas es que el euríbor cierre el año por debajo del 2%.
Ahora bien, los bancos deben tener mucho cuidado de no querer alzarse con el santo y la limosna. Dicho de otra manera, deben tener cuidado de no adelantarse en exceso a la bajada de tipos de interés. Si lo hacen, corren el riesgo de pillarse los dedos y terminar perdiendo dinero con hipotecas vendidas a precio de semi-derribo.
Porque, ¿qué ocurriría si la inflación repuntase durante 2025 y Christine Lagarde decidiera congelar los tipos o, incluso, subirlos en un momento dado? Lo dicho: cuidado con la guerra de hipotecas. Mientras tanto, que los clientes la aprovechen todo lo que puedan.