La batalla estalló el jueves con las declaraciones del comisario de Mercado Interior y Telecomunicaciones, Thierry Breton: “Sobre la base de una amplia gama de información disponible, la Comisión considera que Huawei y ZTE representan, de hecho, riesgos sustancialmente mayores que otros proveedores de 5G”, afirmó.
Apenas 24 horas después -viernes 16- Huawei ha respondido a Bruselas con contundencia: “Está claro que no se basan en una evaluación verificada, transparente, objetiva y técnica de las redes 5G”, ha señalado. Según la compañía, si no participa del 5G, el despliegue de esta tecnología podría costarle un 20% más a los europeos.
Sea como fuere, resulta llamativo que la empresa fundada por Ren Zhengfei utilice, como uno de sus principales argumentos de defensa la presunta vulneración, por parte de Bruselas, de “los principios del libre comercio”, los mismos que, como todo el mundo sabe, respeta al máximo el Gobierno de su país cuando una empresa extranjera quiere hacer negocios allí.