La relación entre Christine Largarde y Luis de Guindos es como las fincas de Extremadura: manifiestamente mejorable. Así, el vicepresidente del BCE admitió este jueves que los tipos de interés podrían subir, incluso, en julio en la zona euro, que es la que le compete. “Desde la perspectiva de hoy, julio es posible y septiembre o más tarde también es posible. Miraremos a los datos y solo entonces decidiremos”, afirmó en una entrevista en Bloomberg.
En otras palabras, dio un paso más que su jefa, que hace una semana aseguró que el BCE dejará de comprar deuda pública y privada a partir del 1 de julio, pero no se atrevió a vaticinar un final tan próximo de tipos negativos, que situó a finales de año.
Un hito -subida de tipos- que los bancos ven ahora más cerca y que, además, anima su cotización en bolsa. Bankinter, que este jueves presentó sus resultados, sube más de un 4% a media sesión, Sabadell, más de un 3% y BBVA más de un 1%, con un Ibex cercano al 1% positivo. Caixabank también cotiza en verde, aunque por debajo del índice, mientras el Santander coquetea con el umbral del cero por ciento.
Sube la bolsa y baja el gobierno, porque el coste de la deuda pública se disparará desde el mismo momento en el que el BCE deje de comprarla y el Tesoro tenga que acudir a los mercados a tumba abierta, sin red de protección. Añadan a esa medida una subida de tipos. Puede ser tremendo.