Una de las cosas que ha puesto sobre la mesa la invasión de Ucrania es la dependencia energética de Europa, en general, y al gas ruso en particular. Y depender de un tercero en algo tan sensible y estratégico como la energía, no es muy aconsejable.
Luis de Guindos, este martes: “Acelerar la transición verde es una prioridad clave desde esta perspectiva también (la independencia de Rusia), no solo para afrontar los urgentes desafíos medioambientales y climáticos, sino también para ayudar a incrementar nuestra seguridad energética y proteger la economía de la Unión Europea (UE) de las subidas de los precios de la energía”.
El vicepresidente del BCE, que participó en una conferencia sobre la integración y la estabilidad financiera, organizada por la Comisión Europea, no aclaró, sin embargo, si para esa transición podemos contar con la energía nuclear. Esa es la clave y el principal debate europeo en la actualidad: Francia, una de las potencias nucleares del mundo, está a favor, mientras que Alemania, que ha empezado el cierre de sus centrales, no.
Eso sí, Berlín defendió que el gas entrara en la taxonomía verde europea, a pesar de ser considerada una energía fósil con elevadas emisiones de CO2.
En definitiva, don Luis, lo de acelerar la transición verde está muy bien, pero no nos está aclarando nada si no habla de la nuclear.