¿Hacia un oligopolio global? La pregunta no es baladí en el proceso de globalización por el que han apostado tantos desde hace años. Sin embargo, antes había más resistencia que ahora, cuando hasta los grandes anunciantes quieren más fusiones.

Se está dando un proceso en el que la sociedad cada vez ama más el monopolio… tristemente, en especial desde finales del siglo XX. Esto contrasta con lo que sucedía antes, por ejemplo, en EEUU. Allí, a las cadenas de televisión se les obligaba a elegir entre ser nacionales o locales, no se les dejaba emitir y producir al mismo tiempo, ni tampoco informar y entretener.

Recuerden, el caso de la petrolera estadounidense Standard Oil. Se fundó en 1870, entre otros por John D. Rockefeller, quien se convirtió en su presidente y principal accionista, y años más tarde, se revelaron abusos en sus acuerdos comerciales (que llegaron a provocar quiebras en pequeñas y medianas empresas), surgieron críticas y demandas, mientras se hizo con la posición dominante. En 1911, la Corte Suprema de EEUU falló que era un monopolio y exigió su división ¡en 34 empresas independientes! Entre estas, estaba JerseyStandard… que después acabó siendo Exxon; y Socony, origen de Mobil; y años después, curiosamente, estas dos compañías se fusionaron dando lugar a ExxonMobil el 30 de noviembre de 1999... y actualmente es una de las dos mayores petroleras de EEUU junto a Chevron.

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Otro caso a referir es el de la multinacional estadounidense de telecomunicaciones AT&T, surgida a finales de la década de los 70 del siglo XIX y que tiene su origen en la Bell Telephone Company, es decir, en la compañía que fundó Alexander Graham Bell, que cambió de nombre años después. Una demanda antimonopolio contra la teleco en 1982 acabó provocando la venta de las filiales regionales (llamadas baby bells), dando lugar a compañías independientes, entre ellas, surgió Southwestern Bell Corporation. Esta última, curiosamente, acabó comprando en 2005 su antigua matriz (AT&T) y asumió su nombre y logo, y un año después, se hizo con BellSouth, la última baby bell que quedaba. Tras otros muchos movimientos, ahora cuenta con 10 de las 22 bells originales en su portfolio y otros muchos negocios: por ejemplo, AT&T es el primer accionista de la plataforma de streamingWarner Bros.Discovery.

Cabe recordar que estos ejemplos, antes de que acabara el siglo XX, eso sí, reflejaban la apuesta por romper cualquier monopolio. ¿El principal motivo? Un monopolio iba contra el sueño americano de la igualdad de oportunidades. Sin embargo, con el cambio de siglo, la sociedad mundial (no sólo la de EEUU) empezó a amar más el monopolio… y se sucedieron numerosas concentraciones en todos los sectores (automóviles, bancos, energéticas, plataformas, etc.). Sin embargo, las fusiones no garantizan más eficiencia… y aunque los directivos presuman de sinergias, no hay que olvidar que estas últimas siempre conllevan ajustes (de empleos, centros, fábricas, etc.). Y ojo, porque ahora hasta los grandes anunciantes quieren más fusiones… de todo tipo, y no les importa ni el pluralismo ni los principios. Buena muestra de esto se puede ver, por ejemplo, en el grupo mediático español Atresmedia, donde hay un curioso y esquizofrénico contrapunto ideológico entre Antena 3 y La Sexta. Además, ahora como la televisión convencional está en descenso, los grandes anunciantes apuestan mucho más por las plataformas de streaming y también quieren más fusiones u operaciones en este ámbito, a pesar de que ya ha habido algunas que han dado lugar a Warner Bros. Discovery o a la compra de Paramount por parte de Skydance

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Sin embargo, se debe defender más lo pequeño frente a lo grande. Es decir, recordar lo que escribió E. F. Schumacher, en su libro Lo pequeño es hermoso. Se trata de una defensa de lo pequeño contra lo grande, pero, sobre todo, de la obra de un converso anglo-alemán que descubrió que la economía nada vale sin la moral

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Y más ante este escenario. Eso sí, esta misma semana Nissan y Honda han abandonado las negociaciones de fusión... ¡bien! y el Banco Sabadell ha presentado unos buenos resultados con los que se hace valer ante la OPA de BBVA... que cada vez parece un poco más difícil. ¡Bien!