Henkell Freixenet ha tenido un buen 2023 a juzgar por algunas de las cifras que ha dado a conocer. De hecho, ha logrado récord de ingresos, acercándose al objetivo que tenía previsto para 2025, pero ojo, porque le preocupa la fuerte sequía en el Penedès, la zona vinícola que destaca por la producción de cava, y que deriva en falta de uva.
Como saben esta compañía supone, tristemente, el ejemplo de otra empresa clásica española que pasó, en parte, a manos extranjeras por culpa de divisiones familiares (en este caso dentro de la familia Ferrer) Desde el año 2018 está controlada en un 50,7% por Henkell, la división de espumosos, vinos y bebidas espirituosas (o sea, alcohólicas) del grupo Geschwister Oetker Group que es propiedad de la familia Oetcker (formada por ocho hermanos que se han escindido en dos empresas, quedándose cinco en una y tres en otra). Así el CEO es el alemán Andreas Brokemper (en la imagen) y el español Pedro Ferrer es coCEO y vicepresidente de Grupo Freixenet (donde otro miembro de la familia fundadora, José Luis Bonet Berrer, presidente de la Cámara de Comercio de España, es presidente de honor junto a su tío José Ferrer). Este último, hace unos meses, presumió del vino italiano prosecco, frente al estancamiento del cava, aunque no tenga la misma calidad y prestigio, y también que Dr. Oetcker “es un socio industrial y una familia con total visión de continuidad, que está para quedarse en el medio y en el largo plazo”. Además, no olviden que el cava español ha caído en gran parte en manos extranjeras, porque Codorníu está controlado por el fondo estadounidense Carlyle desde junio de 2018, gracias a la familia Raventós.
Volvamos a las cifras de 2023, aunque aún no se conoce cómo ha evolucionado el resultado bruto de explotación (ebitda) ni el beneficio neto. Henkell Freixenet sólo ha informado, por ahora, sobre los ingresos netos, que han crecido un 4,1%, al récord de 1.181 millones de euros. En términos brutos (incluyendo el IVA), los ingresos han ascendido un 4,4%, a 1.479 millones, cifra que se acerca bastante al objetivo fijado para 2025 (1.500 millones). Un récord logrado, según ha destacado Brokemper, a pesar de la volatilidad del mercado y de cambios en tendencias (como el auge de las bebidas bajas o sin alcohol, las cuales ve como una “oportunidad clave”).
Actualmente, la mayor preocupación de Henkell Freixenet es la sequía del Penedès, que afecta a su negocio histórico de cava: “No podemos producir suficientes botellas para satisfacer la demanda a corto plazo”, ha señalado Pedro Ferrer. Y ya saben que una menor oferta ante una mayor demanda suele conllevar precios más caros. Descenso en la fabricación de cava que acaba afectando a las ventas de cava, que es un vino espumoso de calidad. Eso sí, esto no se ha notado en los ingresos totales de la división de espumosos (en las que se incluye el italiano prosecco, que tiene menos calidad que el cava), que se han incrementado un 6%. Por su parte, las ventas de licores han crecido un 11%, compensando la caída en la de vinos (-8%).