Los hermanos Antonio y Jorge Gallardo Ballart seguirán estando entre los más ricos de España (ocuparon el puesto 13 en la lista que elabora El Mundo). Y es que su holding, The Landon Group, ha ganado 12 veces más y ha septuplicado sus ingresos en 2022… gracias a Almirall, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido Cinco Días.

 

Antonio y Jorge Gallardo Ballart son los principales accionistas de esta farmacéutica catalana (poseen el 60,1% del capital) que fundó su padre, Antonio Gallardo Carreras, en 1943 y que tiene entre sus productos algunos medicamentos conocidos como Almax (para tratar la acidez) y Ebastel (indicado para la alergia). Hoy en esta farmacéutica, que ha tenido un descenso de sus resultados en el primer semestre, el mando recae en la tercera generación familiar. En concreto, Carlos Gallardo Piqué (en la imagen de la izquierda), el segundo de los tres hijos de Jorge (el resto son Jorge e Irene), sustituyó a su padre en la presidencia no ejecutiva en mayo de 2022  y el pasado noviembre sumó la responsabilidad de CEO, tras la renuncia de Gianfranco Nazzi, primero de forma interina, pero tras el buen desempeño lo hizo de forma definitiva desde el pasado febrero. Por su parte, Antonio Gallardo Torrededía, el hijo varón de Antonio (quien tiene otras dos hijas -Susana y Ana-), es consejero dominical de Almirall y presidente del holding familiar The Landon Group.

Vayamos a los números de dicho holding, que agrupa no sólo el 60,1% del capital de Almirall (a través de la sociedad Plafin), sino también la participación en el grupo hospitalario Vithas y en varias inversiones inmobiliarias (entre ellas, su sede y el hotel Sercotel Aeropuerto de Madrid). El beneficio neto se ha situado en 81,4 millones de euros en 2022, siendo 12 veces superior al del año anterior. Por su parte, los ingresos se han septuplicado, hasta 112,9 millones. En estos disparatados incrementos ha tenido mucho que ver la farmacéutica catalana, pues los Gallardo han repartido parte de las reservas voluntarias que generó su salida a bolsa en 2007 (que en total ascendieron a 488,2 millones): en concreto, ahora ha trasladado 78,6 millones en un dividendo extraordinario, algo que no hacía en los últimos cinco años. Y a este dividendo extraordinario, se suman en los ingresos otros 6,2 millones del dividendo flexible de Almirall (recibió nuevas acciones en lugar de efectivo) y otros 16,5 millones de dividendos con la adjudicación del derecho de crédito de sus filiales Plafin y la inmobiliaria Sinkasen.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la farmacéutica catalana acumula una depreciación bursátil del 39% desde su debut en el parqué.