Lo hemos visto en la presentación de resultados del tercer trimestre: los bancos españoles, de manera generalizada, han disparado el beneficio hasta septiembre gracias, principalmente, a la liberación de provisiones, que en 2020 lastraron, y de qué manera, sus cuentas de resultados.
Lo cierto es que el negocio bancario no termina de arrancar y las entidades han aprovechado el crecimiento económico -crecimiento que parece superior al que es realmente es porque compara con el desplome de 2020- y la contenida morosidad para liberar provisiones.
A Pablo Hernández de Cos, sin embargo, no le ha gustado tanta relajación y este lunes les ha advertido acerca de los riesgos y las incertidumbres que todavía planean sobre el sector. “Las incertidumbres todavía existentes deber llevar, desde nuestro punto de vista, a las entidades a no precipitarse a la hora de revertir las provisiones realizadas el año pasado y esperar a que se tenga plena confianza en la evolución de la cartera crediticia” ha afirmado durante el IV Foro Banca, organizado por El Economista.
Gonzalo Gortázar se ha sumado a la recomendación del gobernador, aunque ha matizado que no es por necesidad, “sino porque es mejor esperar a mediados del año que viene”. Se supone que para entonces se habrán despejado las incertidumbres.