Decíamos que el hidrógeno verde es una ruina, pues a día de hoy no es rentable, aunque la vicepresidenta ‘sandía’, Teresa Ribera, apueste a lo grande por ello... vía subvenciones públicas, claro está, con dinero de los españoles... y también del resto de los europeos comunitarios. Y a la apuesta del Gobierno se suma, entre otros, la de Enagás, compañía gestora del sistema gasista español y transportista de gas, que este jueves ha celebrado su primer Día del Hidrógeno, pero ojo, porque Cani Fernández ha pedido “racionalización de las inversiones”.
En la clausura de dicho evento, la presidenta del regulador de la Competencia ha advertido que “no podemos permitirnos sobredimensionamiento” en nuevas infraestructuras, pues podrían elevar la factura del consumidor y reducir la competitividad industrial. Y eso que parece que el hidrógeno verde no le disgusta del todo, porque ha señalado que “partimos de cero y podemos diseñar un mercado único aprovechando nuestras capacidades tecnológicas” y que “España parte con ventaja por las renovables”, pero se requiere “más generación y producción renovable para atender la demanda nacional y también la producción de hidrógeno”, y esta última permitirá “compartir las fortalezas de nuestro sistema gasista”. Recuerden que para producir los 4 gigavatios (GW) de hidrógeno verde previstos para 2030 en España se necesitan tres veces más veces más de renovables (12 GW) y si se trata de energía fotovoltaica, esta ocuparía el 5% del suelo español, algo que hoy se presenta algo difícil. Por mucho que a Pedro Sánchez le encante hablar de que España será “un país exportador de energía” gracias al hidrógeno verde... las cuentas no salen.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, destaca que “las renovables triplicarán su valor, pero el del hidrógeno se multiplicará hasta 2050 por más de 1.000, y no podemos perder la oportunidad”
En paralelo, resulta sospechoso que en la XXVII Cumbre hispano-francesa, el futuro corredor submarino H2Med entre Barcelona y Marsella haya tenido poco protagonismo en la rueda de prensa y ni siquiera aparezca en la nota de La Moncloa, ni tampoco la palabra energía. Es más, Sánchez ha hablado de “hidrógeno descarbonizado” y no de hidrógeno verde... Puede que a pesar de tantas muestras de cariño con su homólogo francés, Emmanuel Macron, genere fricción el hecho de que el primero aspira a que España sea un gran exportador de hidrógeno verde, mientras el francés apuesta por el hidrógeno rosa (el que se genera con energía nuclear). El H2Med, que sí fue objeto de una cumbre entre España, Portugal y Francia el pasado 9 de diciembre, pero supone un engaño de Macron a Sánchez y de este último a los españoles, porque sólo “será capaz de transportar el 10% (o sea, 2 millones de toneladas) del consumo de hidrógeno de la UE para 2030”, según Sánchez, y estará operativo “en torno a 2028, 2029”, según Ribera, por lo que no resolverá la seguridad de suministro ni a corto ni a medio plazo y encima saldrá más caro que ampliar las plantas de GNL francesas. Y ojo, todo esto se lograría en el mejor de los casos, porque actualmente no sólo es muy caro de producir, sino que aún no es rentable y es difícil de transportar, porque el hidrógeno es una molécula inestable, y por tanto, lo mejor es producirlo y consumirlo in situ: por ejemplo, puede ser útil sobre todo para grandes procesos que necesitan mucha energía, como los que se realizan en acerías, refinerías y cementeras.
Volvamos al Día del Hidrógeno de Enagás. Su presidente no ejecutivo, Antonio Llardén, ha sido el encargado de inaugurarlo, destacando que “el hidrogeno renovable es un elemento común a los tres vectores de la política energética: seguridad de suministro, descarbonización y precio”. También ha excusado la presencia de Ribera, que ha acudido a la Cumbre hispano-francesa, y en un vídeo, ha destacado que el H2Med aumentará las interconexiones y “tendrá protagonismo Enagás”, pero hay que ver la decisión de la Comisión Europea en materia de financiación. En el evento, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha referido que el hidrógeno renovable surge por cuatro pilares que son más evidentes tras el estallido de la guerra en Ucrania: la descarbonización, la autonomía estratégica, el desarrollo industrial y la transición energética. Asimismo, Aagesen ha destacado que “las renovables triplicarán su valor, pero el del hidrógeno se multiplicará hasta 2050 por más de 1.000, y no podemos perder la oportunidad”.
El H2Med supondrá una inversión máxima de unos 2.500 millones: 2.135 millones del corredor entre Barcelona y Marsella, de los que aún no se sabe cuánto le corresponde a cada operador; y otros 350 millones del tramo Celorico (Portugal)-Zamora, de los cuales el lado español aportará 157 millones
Por su parte, el CEO de Enagás, Arturo Gonzalo, ha señalado que “2023 es el año del hidrógeno renovable”, aunque es “una realidad que todavía necesita que se arroje luz sobre muchos de sus ángulos”. Por ejemplo, “es crucial que contemos con un marco regulatorio en Europa”, que ya existe en EEUU. Una necesidad que también ha referido Cristina Lobillo, directora de Política Energía de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, añadiendo que China ya está invirtiendo y “hay que ser más prácticos y más pragmáticos”.
Tras las peticiones, Gonzalo se ha alineado con el discurso de su amiga Ribera y del resto del Gobierno Sánchez, destacando que “Enagás puede ser catalizador de un mercado del hidrógeno junto a muchos socios” (Acciona, Repsol -su antigua casa-, Naturgy, Cepsa, ArcelorMittal, Engie y Fertiberia, entre otros), que “estamos perfectamente preparados para ser un operador del hidrógeno” y que “España tiene capacidades para ser el primer hub” de esta tecnología en Europa por su potencial renovable y su red gasista (la cual tiene una coincidencia de las rutas de más de un 80%). Respecto a los números, Gonzalo ha referido que la potencial producción es de 2-3 millones de toneladas para 2030 y 3-4 para 2040, en las que Portugal aportará 750.000 toneladas; mientras que la demanda para 2030 será de 1,3 millones de toneladas de demanda interna, 2 millones de toneladas para exportar vía H2Med y 450.000 toneladas se exportarán por las conexiones marítimas. Soñar, por ahora, ya saben que es gratis. Aterrizando algo el sueño, Enagás lanzará este año calls for interest no vinculantes de los ejes que crearán su Red Troncal Española de Hidrógeno, empezando por el de Vía de la Plata. Y respecto al H2Med, Gonzalo ha señalado que supondrá una inversión total máxima de unos 2.500 millones de euros: 2.135 millones del corredor submarino entre Barcelona y Marsella, de los que aún no se sabe cuánto le corresponde a cada operador; y otros 350 millones del tramo Celorico (Portugal)-Zamora, de los cuales el lado español aportará 157 millones.