Equinor, la petrolera estatal noruega antes llamada Statoil ha vuelto a sacar tajada del petróleo y del gas natural en 2021, sin reducir su hipocresía. Recuerden que su fondo soberano abandera la lucha contra el cambio climático, tras años explotando el crudo del Mar del Norte y forrándose con ello, y ahora chantajea a las empresas para que se vuelvan verdes.
La petrolera estatal noruega ha pasado de las pérdidas milmillonarias (-4.806 millones de euros) de 2020 a beneficios milmillonarios en 2021: ha ganado 7.500 millones por el aumento del precio tanto del petróleo (el barril de Brent ya supera los 91 dólares) como del gas natural. Algo de lo que también se han beneficiado otras compañías del sector, como por ejemplo: las estadounidenses Halliburton, Chevron y ExxonMobil, la anglo-holandesa Shell o en la británica BP.
Equinor ha duplicado los ingresos, que se han situado en unos 79.510 millones. Por negocios, el petróleo crudo ha aportado casi la mitad: 33.501 millones (+56,3%). Le siguen las ventas de gas natural, con 24.531 millones, casi cuatro veces más que hace un año; la venta de productos de refino, con 10.034 millones (+75,6%) y el segmento de licuados de gas natural, con 7.425 millones (+67,5%). Por su parte, las compras de petróleo y otras materias primas le han supuesto un gasto de 30.749 millones (+67,5%), mientras los gastos operativos han bajado un 2,6% y los de venta, generales y administrativos han subido un 10,5%.
Y en estas cifras no se puede olvidar que Noruega es el tercer exportador mundial de gas, tras Rusia y Catar, y de hecho, suministra entre el 20 y el 25% de toda la demanda de gas de la Unión Europea.