International Airlines Group (IAG) ha renunciado, en hecho relevante remitido a la a CNMV (y que pueden ver en la imagen), pues cotiza en Madrid, a absorber Air Europa. Se quedará con el 20% del capital que ya tenía y pagará 50 millones de euros a la familia Hidalgo por negarse a adquirir el 80% restante. 

Oficialmente, la culpa es del regulador europeo, que no le ha concedido a la aerolínea hispano-británica Iberia los nuevos aparcamientos -rutas- que le daba la absorción... y le obligaba a ceder (o sea, vender) muchas líneas, pero lo cierto es que el trasfondo resulta más político que empresarial. IAG no quiere verse metido en el escándalo político del año: el caso Begoña Gómez. De esta manera, pone en berlina a Pedro Sánchez.

Empezando por el final: recuerden que Javier Hidalgo, CEO del Grupo Globalia-Air Europa e hijo del fundador, Juan José Hidalgo (más conocido como ‘Pepe aviones’) patrocinó las filantrópicas actividades de Begoña Gómez... y el esposo de ésta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rescató a Globalia-Air Europa con dinero público.

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Rememoremos: la principal acusación del juez Juan Carlos Peinado a Begoña Gómez -al menos, mientras no se destape la carpeta África Center- es la de tráfico de influencias. En este caso, un presidente del Gobierno que rescata -aunque los Hidalgo aseguran que su aerolínea no fue rescatada, sí que lo fue- con dinero público a una compañía que ha patrocinado a su esposa. Tráfico de influencias, de libro: el delito más difícil de demostrar pero el más fácil de mostrar. Además, lo entiende todo el mundo.

Si Moncloa no logra parar al valiente juez Peinado, Air Europa es la imputación más grave a la que se enfrenta ‘la presidenta’

Total, que IAG se ve cada día más internacional, más libre... y no quiere verse ligada a un escándalo político español. Algo de esto se vio en la Junta de Accionistas celebrada el pasado junio, donde sorprendentemente no hubo ninguna pregunta por la compra de Air Europa y el ‘caso Begoña’. Ahora ha llegado el momento de decir en voz alta lo que Luis Gallego susurraba en voz baja: que no le interesaba Air Europa para nada. A pesar de que insistía en que la operación ayudaría al objetivo de convertir al aeropuerto Madrid-Barajas en “el gran ‘hub’ del sur de Europa”. De hecho, el holding aéreo ha señalado que es “la mejor decisión para proteger los intereses de los accionistas” y que seguirá desarrollando su presencia en Madrid de manera que el ‘hub’ pueda competir con otros aeropuertos.

Y a ver qué pasa ahora con la aerolínea absorbida, Air Europa. Ha obtenido 50 millones de indemnización de IAG pero eso no da para levantar la compañía, sobre todo cuando el padre fundador vive retirado en Palma de Mallorca y su hijo Javier se ha convertido en un rentista-inversor que opera desde Santo Domingo; y en la silla de CEO de la aerolínea ahora está Jesús Nuño de la Rosa, que aterrizó allí tras salir de El Corte Inglés. En cualquier caso, sí hubo rescate público disfrazado de créditos blandos. En concreto, Globalia obtuvo 141 millones de euros en créditos bancarios (de un pool liderado por el Banco Santander) avalados por el ICO y otros 475 millones en préstamos del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASSE) de la SEPI a cargo de fondos europeos y que se deben devolver en 2026 (en concreto, 240 millones vía préstamo participativo y 235 millones vía préstamo ordinario, autorizados por el Consejo de Ministros el 3 de noviembre de 2020, en el año del Covid). 

Luis Gallego sólo accedió a absorber Air Europa previa concesión de ayudas públicas y siempre que el regulador europeo no le obligara a vender muchas líneas. Air Europa, como tal, nunca le interesó mucho

Y todo ello lo anuncia IAG en una tarde de jueves 1 de agosto, con un Madrid vacío y, a renglón seguido, suelta los resultados (previstos en un principio para la mañana del viernes 2), y anuncia la vuelta al dividendo, tras cinco años: ¡Ya era hora! Algo que habrá alegrado -y mucho- al primer accionista del holding aéreo: la aerolínea catarí Qatar Aiways, que controla el 25,143% del capital. Recuerden que en la Junta de Accionistas se habló de la gran mejora de números y de la vuelta a cifras preCovid, y de que debatía sobre la retribución de los accionistas, pero sin concretar nada. Ahora se ha anunciado que se ha aprobado el reparto de un dividendo bruto en efectivo de 0,03 euros por acción a cuenta de los resultados de 2024 que se repartirá en septiembre. 

En resumen, conviene tener en cuenta que si Moncloa no logra parar al valiente juez Peinado, Air Europa es, por el momento, la imputación más grave a la que se enfrenta ‘la presidenta’.

También es el momento para recordar que Luis Gallego sólo accedió a absorber Air Europa previa concesión de ayudas públicas y si el regulador europeo no le obligaba a vender muchas líneas. Air Europa, como tal, nunca le interesó mucho, pese a su cercanía al socialismo, y ahora tiene la excusa perfecta para decirle que no y el momento político idóneo para poner en berlina a Sánchez sin que este le degüelle. Es decir, todo esto lo hace público la aerolínea hispano-británica, al tiempo que anuncia la vuelta al dividendo. Ya saben, para poner árnica en lo referente al análisis político de la decisión.  

Al hilo de esto cabe recordar la cronología de la operación de compra de Air Europa por parte de Iberia, cuyo precio inicial era de 1.000 millones de euros. Todo se empezó a fraguar en noviembre de 2019, cuando el hijo de ‘Pepe Aviones’, Javier Hidalgo, presumió de un acuerdo inicial con Gallego (entonces CEO de Iberia) a cambio de 1.000 millones. En 2020, con la pandemia del Covid-19, se produjo el batacazo del sector aéreo y todo saltó por los aires, aunque Gallego fue ascendido a consejero delegado de IAG: el pacto inicial se modificó el 20 de enero de 2021, bajando el precio a 500 millones por el impacto del Covid. Esta cifra seguía pareciendo elevada a principios de 2022 a Gallego y motivó que se suspendieran las negociaciones, convirtiendo el ‘caso Iberia-Air Europa’ en el arquetipo del desastre de las subvenciones públicas a empresas y en el ridículo de la ‘Smart people’. Pero más tarde, volvieron las negociaciones, ahora ya lideradas por ‘Pepe Aviones’ y su propio estilo: logró que el dueño de Iberia le ofreciera más dinero y después lanzó un ERTE para 4.000 empleados en Air Europa. Y ahora, a pesar de que Iberia ha ofrecido la cesión de varias rutas, ha usado la excusa del regulador europeo, para salir del asunto y no verse salpicada del escándalo político. 

A lo mejor, alguien, allá en Moncloa, en esta tarde del primero de agosto se está arrepintiendo de ser tan intervencionista en las grandes empresas del IBEX. O a lo peor se cabrean los Hidalgo.

Resultados de IAG a 30 de junio: los ingresos han crecido un 8,4%, a 14.724 millones, gracias al aumento de pasajeros. Por su parte, el beneficio de explotación ha aumentado un 3,8%, de 1.260 millones a 1.309 millones, y el beneficio después de impuestos ha descendido levemente de 921 millones a 905 millones. Eso sí, la deuda neta se ha reducido bastante, desde 9.245 millones a 6.417 millones.