La noticia es que Ibercaja quiere seguir siendo caja de ahorros. Por ahora, es la primera entidad que opta por no salir a bolsa y adherirse al fondo de reserva decretado por Luis de Guindos. Lo ha dicho el Ceo de la entidad, Víctor Iglesias.
Entendámonos, la lamentable normativa sobre cajas de ahorros del Gobierno Rajoy ha conseguido la transformación de las entidades mutuales en sociedades anónimas, pero el objetivo final es que fueran bancos cotizados en bolsa.
Pues bien, Ibercaja ha estado deshojando la margarita durante mucho tiempo, y la situación de los mercados tras la invasión de Ucrania le ha convencido de que su opción debe ser la de no convertirse en una empresa cotizada y mantenerse como lo más parecido a una caja de ahorros.
Naturalmente, el legislador se lo puso difícil y el Banco de España agente del Banco Central Europeo, cifró en 320 millones de euros los que tenían que salir del dividendo hacia la fundación como primer accionista. Pues bien, Ibercaja ya ha conseguido, en 18 meses, el 40% de esa cantidad y aún tiene de plazo hasta 2025.
Además, se han cargado de razones: ahora mismo, el valor en bolsa del sector bancario español ni tan siquiera alcanza el 50% mientras la bolsa se desploma. La cuestión es, ¿por qué depreciar Ibercaja con la salida a bolsa?
Por primera vez, una entidad opta por el fondo de reserva
Ibercaja quiere seguir siendo caja de ahorros, o al menos lo más parecido. A estas alturas es difícil que cunda la idea pero podría.