Decíamos que en Iberdrola hay una peculiar financiación que lidera Ignacio S. Galán ante el grave problema de la elevadísima deuda (46.697 millones de euros hasta septiembre), que combina una milmillonaria financiación y refinanciación a bajo precio y muy a costa del sector público (vía subvenciones y/o préstamos de bancos y organismos públicos). Sin embargo, esto no basta para acometer su ambicioso plan de inversiones y su crecimiento, así que Galán insiste en alianzas, pero ojo, ya no vende el 49% de activos verdes terminados (como hacen otras energéticas, por ejemplo, Endesa o Repsol), sino en construcción… y así ambos socios coinvierten, es decir, compartir las inversiones.
La última muestra de ello se puede ver en la venta del 49% del parque eólico marino Windanker, situado en aguas alemanas del mar Báltico. Kansia, la segunda eléctrica de Japón y una de las mayores de Asia, es el comprador, y no es una desconocida para Iberdrola: Kansai tiene el 12% de Electricity North West (ENW), la distribuidora eléctrica británica de la que Iberdrola cerró la compra del 88% el pasado 22 de octubre, convirtiéndose así en la segunda compañía de transporte y distribución regulada de electricidad en Reino Unido. ENW tiene un valor total (incluyendo deuda) de unos 5.000 millones y poco antes de cerrar su adquisición, Galán anunció planes para duplicar la inversión en Reino Unido hasta superar los 28.000 millones en 2028, de los cuales dos tercios (18.620 millones) se dirigirán a las redes de distribución y transmisión eléctricas por la exigencia de inversión que conllevará el nuevo marco regulatorio del país (el llamado RIIO-T3). Y claro, Galán ni puede ni quiere, por supuesto, asumir dichas cuantiosas cifras en solitario… por lo que firmó un acuerdo de accionistas para colaborar a largo plazo con un consorcio de inversores japoneses liderado por Kansai, que mantendrá su 12% de ENW.
Kansai no es una desconocida para Iberdrola, sino su socia en la distribuidora eléctrica británica ENW... y la que le ayudará a acometer unos 18.620 millones de inversiones en las redes de distribución y transmisión eléctricas en Reino Unido
Ahora algo similar sucederá en el parque eólico marino Windanker, que tendrá 21 aerogeneradores y una capacidad instalada de 315 megavatios (MW), y estará operativo en el cuarto trimestre de 2026. Actualmente está en construcción y está valorado en 1.280 millones, lo que supone un múltiplo de 4,1 millones por megavatio y 13,5 veces el resultado bruto de explotación (ebitda), aunque el cierre de la transacción podría tener ciertos ajustes que se estiman en unos 150 millones. En este caso, Iberdrola ha decidido vender el 49% del activo verde a Kansai… y ambas eléctricas coinvertirán en su construcción. Galán, por supuesto, presume de ser muy listo: “Esta operación nos permitirá acelerar nuestro crecimiento en eólica marina de la mano de un socio estratégico como Kansai”. Además, el 100% de la energía del parque Windanker ya está vendida a clientes industriales a largo plazo.
No hay que perder de vista que Iberdrola pretende que sus inversiones en eólica marina superen los 15.000 millones, para alcanzar los 4.800 MW en esta energía a finales de 2026, frente a los 2.400 MW que tiene instalados. Ya cuenta con cuatro parques en operación y otros cuatro en construcción (entre ellos, está Windanker), y sumó dos nuevas adjudicaciones el pasado verano. Eso sí, dada su elevadísima deuda, necesita socios que le ayuden y compartan inversiones... y también que la eólica marina no vuelva a vivir una crisis como la que tuvo hace poco más de un año.
Con el tema de las alianzas, Galán extiende aún más el concepto de las renovables como producto financiero, unas energías que tanto criticó en el pasado pero que hoy le encantan. Es cierto que a la venta de activos muchas compañías prefieren llamarla rotación de activos o incorporación y búsqueda de socios, pero es lo que es... y en Iberdrola no les queda otra que hacerlo ante el elevadísimo nivel de deuda y el ambicioso plan de inversiones que quiere acometer. Galán gusta a los fondos de inversión, porque se atreve a hacer cosas antes que otros colegas de su sector y también porque no está parado, sino continuamente anunciando inversiones, eso sí, sabe que no las puede hacer en solitario, por lo que necesita financiación a bajo precio, refinanciación y también socios.
Ahora Galán no apuesta por construir un activo y después vender una parte, manteniendo el control, sino por vender una participación minoritaria y que el socio le ayude con las inversiones para terminarlo
Ahora no apuesta por construir un activo y después vender una parte, manteniendo el control, sino por vender una participación minoritaria y que el socio le ayude con las inversiones para terminarlo: esto no sólo se ve en Windanker; también en la alianza firmada con Norges Bank (fondo soberano que gestiona el banco central de Noruega) en enero del año pasado, coincidiendo con el Foro de Davos e incluyendo una cartera de 1.200MW en España, para coinvertir en activos verdes; en el acuerdo con la empresa estatal de energía renovable emiratí Masdar cerrado hace un año para coinvertir hasta 15.000 millones en eólica marina e hidrógeno verde en Alemania, Reino Unido y Alemania (por ejemplo, en activos como el parque eólico marino alemán Baltic Eagle, y además, le vendió el 49% del también alemán East Anglia Three); la venta del 40% del parque eólico marino East Anglia One a una sociedad especializada en infraestructura verde denominada GIG que es propiedad del fondo de inversión australiano Macquarie por 1.756 millones en agosto de 2019, y que entró en operación un año más tarde; la venta del 49% del parque eólico marino alemán Wikinger al fondo suizo Energy Infraestructure Partners (EIP) por 700 millones en septiembre de 2022, activo que había entrado en operación en 2018.
Además, Iberdrola también ha apostado por otras alianzas en otro tipo de activos energéticos... y que también suponen coinversiones, por supuesto. Como la alcanzada con GIC para expandir las redes de transporte en Brasil por 430 millones, la sociedad conjunta al 50% con la petrolera británica BP para invertir 1.000 millones en el despliegue de 11.700 puntos de carga rápida en España y Portugal y el desarrollo de un proyecto de hidrógeno verde (que, como saben, aún no es rentable... y siempre es mejor producir al lado de donde se va a consumir que optar por su transporte). Además, junto a la aseguradora Mapfre ha lanzado una sociedad conjunta para coinvertir en renovables, donde ya cuenta con 450 MW.