Ignacio S. Galán ha obviado la elevada deuda de Iberdrola (que cerró 2023 en 47.832 millones de euros), que es su gran problema. Tampoco se ha referido a su guerra con Repsol, tras demandarla hace unos días, aunque curiosamente ha señalado que “la electrificación es imparable”, casi al mismo tiempo que Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, refería que “descarbonizar no es sólo electrificar” y se enfrentaba a Teresa Ribera acusándola de desindustrializar España.

En el Día del Inversor de la eléctrica, celebrado en Londres, Galán ha anunciado unas inversiones de 41.000 millones entre 2024 y 2026, actualizando el plan estratégico que lanzó en noviembre de 2022. Dentro de la cifra, 21.500 millones (60% del total) se destinarán a redes, principalmente en EEUU, Reino Unido, Brasil y España porque tenemos “un sistema energético con una enorme necesidad de redes adicionales”. En especial, ha referido la “infrainversión” en redes en España, lo que supone un tirón de orejas para el desastre Beatriz Corredor (Redeia). En las inversiones se incluye la compra del 18,4% de su filial en EEUU (Avangrid); así como “una inversión selectiva en renovables” de 15.500 millones (de los que 5.000 millones los aportarán sus socios en proyectos en curso) y más del 50% se centrarán en la eólica marina en EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania, pese al fracaso de esta energía hace unos meses, para llegar a 3.000 nuevos megavatios (MW) en 2027.

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Iberdrola también invertirá 1.500 millones en almacenamiento; porque las “renovables gestionables producen ahorros al sistema, reducen emisiones y evitan consumir gas”, frente a los “ineficientes ciclos combinados”, en opinión de Galán. Es más, quiere acelerar el crecimiento en renovables para sustitución de energías fósiles y de nuclear. Y ojo, justo el mismo día que se celebra una cumbre nuclear en Bruselas donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha defendido su papel y ha invitado a considerar que se amplíe la vida de las centrales y a se invierta en dicha energía. Galán no ha recogido el guante, porque ha dado por zanjado el debate sobre alargar la vida útil de las nucleares en España al existir un acuerdo de cierre que le gustaría “respetar”, aunque ha referido que dicho alargamiento se podría hacer con alguna inversión, a cambio de “una compensación adecuada”. Por si esto no bastara, se ha permitido añadir que el cierre nuclear elevará la volatilidad, por lo que el almacenamiento por bombeo desempeñará “un papel más importante”. Lo hace meses después de quejarse de la subida de la tasa Enresa y llegar a plantearse no renovar la licencia de la central de Trillo, aunque ahora el incremento de la tasa ha sido paralizado por el Gobierno. 

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Iberdrola también invertirá 2.500 millones con el foco en el cliente. Parece que quiere parar la sangría de 2023 en nuestro país (-188.000 clientes eléctricos y 4.500 puntos de suministro de gas), que ha sido una de las causas que han generado nerviosismo en la eléctrica y la demanda contra Repsol.

Da por zanjado el debate sobre alargar la vida útil de las nucleares en España al existir un acuerdo de cierre que le gustaría “respetar”, aunque ha referido que dicho alargamiento se podría hacer con alguna inversión, a cambio de “una compensación adecuada

Galán ha subrayado que “la solidez financiera sigue siendo la prioridad clave”, pero lo cierto es que necesita más capital y más flujo de caja... y parece abocado a buscar su jubilación en una fusión internacional. Claro que también el dividendo es importante... y promete repartir 11.000 millones entre 2024 y 2026 sin ampliación de capital, frente a los 9.500 millones abonados entre 2021-2023, que crecerá en línea con el beneficio neto y supondrá un pay out del 65-75%. Ya saben que a Galán le interesa mantener un alto dividendo porque necesita apoyo del accionista minoritario y también dará uno por asistir a la Junta de Accionistas. Eso sí, de aquí en adelante, en el tema del dividendo habrá qué ver la evolución de la deuda también y que no haya más fracasos en eólica marina o en operaciones (recuerden la fallida compra de PNM Resources en EEUU).

Eso sí, Galán, que renovó en la Junta de 2023, como presidente ejecutivo hasta 2027, ha presumido de que el 79% del Consejo está formado por independientes y la diversidad de género alcanza el 43% (superando el objetivo del 40% puesto por el Gobierno). De cara a la Junta de 2024 que se celebrará el próximo 17 de mayo, se hará una votación sobre la política de remuneraciones de los consejeros... y se prevé que crezca el rechazo ante la muy generosa que se lleva Galán (13,386 millones). Y en cuanto a reelecciones, les toca a dos consejeras independientes (Nicola Mary Brewer y Regina Helena Jorge Nunes) y a un externo (Iñigo Víctor de Oriol Ibarra, hijo homónimo del histórico que fichó a Galán.