Iberdrola ha publicado sus resultados de los nueve primeros meses. Lo más reseñable es que las cifras, sobre todo, las obtenidas en España han dado lugar a un nuevo pulso entre Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de la eléctrica, y la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera. El primero ha explicado que aquí el beneficio ha sido menor por las medidas del Gobierno, mientras la segunda le ha respondido que tienen que ser más transparentes, ¿está insinuando que mienten y en qué? Y ojo, porque todavía no ha entrado en vigor el nuevo impuesto a las energéticas...
El beneficio neto del grupo ha sido superior en un 28,9% al del mismo período del año anterior, pasando de 2.408,2 millones de euros (M€) a 3.103,6M€. Una evolución positiva considerable de la cifra entre períodos que no ha pasado desapercibida por el mercado. Ante una disminución intradía de la cotización del Ibex 35 en un -0,24% en el momento de la realización de este artículo, el precio de la acción de Iberdrola ha aumentado en igual comparativa en un 0,95% pasando de 9,86 euros a 9,92 euros. Sin embargo, al cierre de la sesión, el selectivo español se ha anotado un alza del 0,97% y la cotización de Iberdrola ha subido un 2,77%.
Claro que la actualidad de la eléctrica viene marcada por el hecho de que Ignacio S. Galán haya cedido ante los mercados y haya nombrado un CEO… pero no será su sucesor. Se trata de Armando Martínez, otro ingeniero, como su jefe. Sin más dilación, vayamos con el estudio de las principales cifras que componen la cuenta de resultados de Iberdrola.
La producción en España continúa en descenso (-10,2%), debido principalmente a la caída en energías renovables (-24%), a pesar del mantenimiento de la nuclear y de que siguen disparados los ciclos combinados de gas (+18%)
Y toca empezar por España, donde mejora un poco respecto a anteriores periodos, pero no eleva el beneficio neto. De hecho, lo reduce un 14% hasta septiembre, aunque en el primer semestre se desplomó un 26%. En lo que respecta a la producción, continúa en descenso (-10,2%, a 41.803 gigavatios hora (GWh)). Y a pesar de que a Galán le gusta presumir de ‘verde’ (y no sólo por ser el color corporativo de la eléctrica, que tanto le gusta llevar en su corbata), la producción de energías renovables ha caído un 24,2%, a 16.919 GWh (incluyendo un desplome del 47,9% en hidroeléctrica y otro del 32,8% en minihidroeléctrica por la falta de lluvias y el descenso de la cantidad almacenada en los embalses, que no ha podido compensar el fuerte alza del 84,7% en solar). Mientras tanto, la producción de nuclear se ha mantenido estable (18.009 GWh) y la de ciclos combinados de gas ha continuado disparada (5.277 GWh, un 17,8% superior).
La facturación del grupo, ingresos, a cierre de septiembre ha aumentado en un 35,4% respecto al cierre del mismo periodo de 2021, pasando de 27.999,8M€ a 37.903,3M€. De igual manera, también ha aumentado el margen bruto, aunque en un porcentaje menor (16,4%), lo que nos indica que Iberdrola ha asumido mayores gastos de explotación. Los aprovisionamientos han aumentado en un 50,8%, pasando de 15.413,9M€ a 23.247,4M€.
Vayamos ahora con la capacidad de generar recursos del grupo, medida a través del indicador Ebitda. La cifra reportada se ha incrementado en un 16,7%, pasando de 8.164,9M€ a 9.529,1M€. Es decir, el grupo ha generado en el período mayores recursos que hace un año, si bien como hemos mencionado, venía de obtener unos ingresos superiores en un 35,4% en iguales términos comparativos, evidenciándose así ,como hemos visto, que el gasto se ha incrementado considerablemente entre períodos. Además del incremento en la partida de los aprovisionamientos, el gasto operativo neto también ha aumentado entre trimestres. En concreto, el gasto operativo neto total de Iberdrola se ha elevado en un 20,2%, pasando de 3.153,4M€ a 3.791,4M€, derivado principalmente de un aumento del gasto de personal, en un 12,4%, y de servicios exteriores, en un 18,3%.
El Ebitda se incrementa un 16,7%, por lo que ha generado mayores recursos, pero el gasto operativo ha aumentado considerablemente, pasando de 3.153,4M€ a 3.791,4M€, derivado principalmente de un aumento del gasto de personal, en un 12,4%, y de servicios exteriores, en un 18,3%
De igual manera, nos ha parecido relevante en el análisis de los resultados que la eléctrica continúa su estrategia de expansión iniciada a comienzos de 2021. Su cifra de inversión bruta acumulada en los nueve primeros meses ha sido de 7.567,5M€, un 14,2% superior a la de hace un año, destacando un importante montante en su negocio de redes y en el de energía renovable, de un 40% y un 49%, respectivamente, sobre el total.
Respecto a la evolución de la deuda neta ajustada de Iberdrola, ha tenido un crecimiento de 3.098M€, situando el total de la deuda financiera neta ajustada en 44.293M€. Además, el grupo ha incrementado el coste medio de su deuda en 78 puntos básicos, desde un tipo de interés del 3,45% hasta el 4,23%, lo que no es raro ante un entorno de subida de tipos y de alta incertidumbre como en el que nos encontramos actualmente. Hasta el momento, el grupo ha llevado a cabo una buena estructura de deuda financiera: el 86,4% se encuentra referenciada a tipo fijo y el 13,6% a tipo variable.
La deuda ha crecido en 3.098M€, a 44.293M€, y aunque ha aumento su coste medio en 78 puntos básicos, lo más positivo es que el 86,4% se encuentra referenciada a tipo fijo
Finalmente, toca tratar la liquidez, que a cierre del tercer trimestre ha ascendido a 24.102M€. Liquidez que atendiendo a que la vida media de la deuda del grupo se mantiene en seis años, no parece que tendrá problemas para devolver sus obligaciones en el período pactado.
Iberdrola está mejorando tus cifras de resultados aunque no así las de deuda. Para un análisis detallado de su estructura de liquidez necesitamos estudiar su estado de flujos de efectivo, que no sabemos porqué no publica. Cierto es que es un problema para nosotros no saber de dónde viene ni a qué dedica su liquidez, pero más problema es si la compañía también lo desconoces. Toca mejorar.