IAG es uno de los pocos valores que este lunes aumentan su cotización en bolsa. Lo hace algo más de un 1%, frente a un Ibex (-2,3%) que sufre la incertidumbre ante la probable quiebra de la inmobiliaria china Evergrande.
¿Qué ha pasado? Pues que Iberia ha anunciado un ERTE para entre el 30 y el 35% de su plantilla, esto es, para unos 5.000 empleados, por causas organizativas y productivas.
“Debido la lenta recuperación tanto de los vuelos de largo radio y de conexión como de los viajes de negocios y a las prohibiciones, restricciones y cuarentenas en vigor en muchos países a los que Iberia vuela, la aerolínea considera imprescindible que la prórroga de los ERTE de fuerza mayor que están negociando el Gobierno y los agentes sociales incluya al sector aéreo para salvaguardar el empleo de los trabajadores del sector”, señala la compañía en un comunicado.
Ese es, precisamente, el peligro de los ERTE. Pasar de ser una ayuda temporal para empresas viables a una subvención permanente para empresas zombi. Subvención que, como todas, sale del bolsillo del contribuyente.