La obsesión de Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, contra Repsol no parece tener límite en los últimos tiempos. De hecho, este jueves ha llegado a sede judicial, en concreto al Juzgado de lo Mercantil de lo Mercantil número 2 de Santander, tras la demanda que Iberdrola puso hace unos meses contra Repsol por competencia desleal y publicidad engañosa.
La eléctrica que dirige Galán acusó a la multienergética que lidera Josu Jon Imaz de greenwashing (lavado verde). Y utilizando la justicia, el primero ha vendido un nuevo concepto propagandístico (el blanqueo ecológico)... que RTVE, PRISA y la Agencia EFE han comprado. El juicio ha quedado visto para sentencia y conviene recordar que Iberdrola no pide ningún tipo de compensación por daños y perjuicios, sino la retirada de algunos mensajes publicitarios. Por su parte, Repsol ha insistido en que la demanda carece de fundamento y ha solicitado su desestimación.
No es la primera vez que Iberdrola se enfrenta a Repsol al hilo de la publicidad. Lo hizo primero en el organismo regulador de la misma (Autocontrol), pero no con el resultado que esperaba... y por eso lo ha intentado en los tribunales. Es más, Autocontrol le dio la razón a Repsol. Por si esto no fuera suficiente, este mismo organismo dio la razón a Repsol, en su denuncia sobre una publicidad de Iberdrola donde para promocionar sus calderas de aerotermia señalaba que Europa obligará a España a una eliminación gradual de las calderas de gas y de gasoil. Por tanto, en este último caso, Autocontrol sí consideró que la eléctrica con sede en Bilbao hizo publicidad engañosa y pidió la rectificación de dicha campaña.
Todo esto y la denuncia judicial reflejan no sólo el nerviosismo de Galán, sino su obsesión contra Repsol, debido a varios motivos. Por un lado, Iberdrola perdió clientes eléctricos en 2023, mientras Repsol los aumentó, y aunque la diferencia entre ambas aún es elevada (10 millones de clientes frente a 2,4 millones), cabe destacar que la última entró en el negocio de la comercialización de electricidad en 2018 y desde entonces no ha parado de crecer.
A Galán tampoco le gusta la reducción de emisiones de CO2 que ha tenido Repsol en los últimos tiempos, siendo la compañía de su sector que más las ha reducido entre 2019 y 2023. Ya saben, a la eléctrica nadie le puede ganar como empresa verde, e incluso no tuvo reparos en cargar contra todas las petroleras, a pesar de que tiene una alianza con la británica BP... que recientemente ha ampliado.
Es cierto que Repsol sigue estando muy ligada al petróleo y al gas, pero no por ello deja de estar comprometida con la sostenibilidad, pues cuenta con bastantes negocios bajos en carbono e inversiones en tecnologías de descarbonización, con los que mantener sus proyectos industriales. Asimismo, esta última compañía subraya que está en su derecho a comunicar sus avances en la transición energética con el objetivo de convertirse en una empresa con cero emisiones netas en 2050, un compromiso que fue la primera de su sector en tomar (lo hizo el 3 de diciembre de 2019). En la última Junta de Accionistas, su presidente, Antonio Brufau, respondió a los ataques de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, señalando que “no somos retardistas ni negacionistas, sino absolutos activistas en la lucha contra el cambio climático” y por si esto no bastara, avisó a la Unión Europea de que debía reaccionar ya, porque “apostar sólo por electrificación y obviar la neutralidad tecnológica no es la ruta más eficiente” para reducir emisiones. Por su parte, Imaz fue muy claro con los ecologistas, dejando a la luz las mentiras de estos últimos, y advirtiendo que “si dejamos de producir petróleo y gas, aumentará la dependencia de Putin… y los precios”.
Repsol lleva tiempo apostando por una revolución tranquila, centrándose más en el valor en exploración y producción y apostando también por crecer en energías renovables (donde ya cuenta con 2.000 megavatios de capacidad instalada en España). No se limita a electrificación, sino que apuesta por la descarbonización. Buena prueba de ello se puede ver en que defiende todas las alternativas en movilidad y no sólo el coche eléctrico, al tiempo que ha empezado a producir y a comercializar combustibles renovables y también ha entrado en el hidrógeno verde.