Siemens Energy ha vuelto a dar muestras de su ilimitada caradura. Ahora insiste en los despidos que anunció hace meses -4.100 en total, de estos 430 en España-, a pesar de ingresar más y de dejar los números rojos, logrando ganar 1.184 millones de euros en su último año fiscal (octubre de 2023 a septiembre de 2024). Esto último ha sido aplaudido por el mercado, pues la cotización se ha disparado un 15,66%.
Christian Bruch, presidente y CEO de la división energética del gigante industrial alemán, ha señalado que “la crisis no está superada aún” y “hay que trabajar en controlar los gastos”. Para ello insiste en los despidos, los cuales sigue negociando con los sindicatos... y espera poder compensar algunos con recolocaciones en España, pero no se ha comprometido a mantener las fábricas abiertas (en España, por ejemplo, tiene nueve), como informa Crónica Vasca. El directivo alemán ha referido que “la crisis (surgida por los problemas de algunas turbinas eólicas de Siemens Gamesa) no está superada aún” y deben “controlar los gastos”. Además, prevén que Gamesa perderá unos 1.300 millones en el año fiscal 2025 que arrancó el pasado octubre y al igual que la energética alemana RWE tienen cierta preocupación por el futuro de la eólica marina en EEUU bajo la próxima Administración Trump, por lo que ya anticipan posibles retrasos y desafíos regulatorios, según recoge Reuters.
No obstante, Siemens Energy ha presumido de haber logrado sus objetivos en el ejercicio 2024 y se ha marcado nuevas metas a medio plazo hasta el ejercicio 2028 que “reflejan nuestro papel de liderazgo en la transición energética”, ha destacado Bruch. En el último año fiscal, ha incrementado sus ingresos un 10,8%, a 34.465 millones de euros, gracias, en gran parte, a Gamesa (el fabricante de aerogeneradores antes español y ahora ya controlado al 100% por los alemanes), cuya aportación ha sido de 10.008 millones (+10,1%). Entre el resto de negocios, el de los servicios de gas ha ingresado 10.796 millones (+1,1%); la división de tecnologías de redes, 9.280 millones (+29,2%); y la de transformación industrial, 5.109 millones (+15,1%).
Por su parte, el beneficio bruto de explotación (ebitda) ha pasado de uno negativo de 1.742 millones a uno positivo de 3.636 millones. El beneficio operativo ha pasado de -2.960 millones a 2.383 millones; y el margen operativo de -9,5% a 6,9%. Y el resultado neto también ha mejorado notablemente, desde los números rojos de 4.588 millones del ejercicio anterior a un beneficio neto de 1.335 millones, a pesar de que Gamesa ha seguido teniendo pérdidas (1.781 millones, eso sí, un 59% menores).
Los pedidos se han mantenido estables en 50.226 millones (-0,4%). “En un año fiscal fundamental, 2024, logramos todos nuestros objetivos, impulsados por fuertes pedidos y ejecución de proyectos en todos nuestros negocios. Nuestro foco sigue siendo el crecimiento rentable, respaldado por condiciones de mercado altamente favorables”, ha apuntado Bruch. Asimismo, ha referido que quieren librarse “cuanto antes” de las garantías de 7.500 millones que le solicitó al Estado alemán por los problemas de Gamesa, aunque todavía necesitará “cierto tiempo” para lograrlo. Recuerden que el rescate ascendió a 15.000 millones: el consorcio de bancos dio 12.000 millones en garantías de préstamo, de los que 7.500 millones fueron respaldados por el Ejecutivo alemán y los otros 3.000 millones restantes proceden de otros accionistas (incluida la matriz -Siemens- al comprar a Siemens Energy su participación en una filial india que vale en bolsa unos 2.000 millones; y el Gobierno español).