Josu Jon Imaz ha advertido que “hay que empezar a hablar de la especulación verde”, en el VI Foro de Energía organizado por El Economista. Por ello, ha pedido a Bruselas y a los gobiernos europeos que pongan más derechos de CO2 en el mercado para bajar sus precios, mientras no haya mecanismos de ajuste en frontera y dure la tensión en los precios de la luz, porque son uno de los culpables del tarifazo junto al gas.
El CEO de Repsol ha señalado que hay inversores y especuladores, conscientes de la estrategia de la Comisión Europea de avanzar más rápido en la descarbonización que el resto del mundo, la cual quiere ser la más lista de la clase ecologista, a pesar de que Europa “sólo emite el 7,7% de los gases contaminantes en todo el mundo”. Y esto “está haciendo que el consumidor eléctrico esté pagando lo que paga en la actualidad”.
El CEO de Repsol pide que se diseñe una senda de descarbonización con menor coste, más eficiencia y que apueste por la neutralidad tecnológica (o sea, por todas las tecnologías necesarias y no se asocie sólo a la electricidad)
Imaz se ha preguntado “¿quién va a pagar la factura de la transición?” y también se ha respondido: “Desgraciadamente, los consumidores y la competitividad de la industria”. Al hilo de esto, ha vuelto a criticar que el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), anunciado por el Gobierno para que todas las tecnologías sufraguen el coste de las renovables, va a suponer que tengamos tres problemas: el coste eléctrico, el del gas y el de la gasolina. Y es que los operadores repercutirán a los consumidores el coste de dicho fondo, el cual también va en contra de la visión de la España más vaciada, porque afectará especialmente a autonomías como Castilla y León, Navarra o La Rioja.
El CEO de Repsol ha pedido que se diseñe una senda de descarbonización con menor coste, más eficiencia y que apueste por la neutralidad tecnológica (o sea, por todas las tecnologías necesarias y no se asocie sólo a la electricidad, porque esta aún no tiene solución para el transporte aéreo o el marítimo o la producción intensiva, como la siderúrgica). Teniendo también en cuenta los altos precios del CO2, considera que no hacerlo así supondrá perder industria y empleos industriales porque la producción se traslada a China, Turquía o India, donde ahora no existen límites de emisiones tan ambiciosos como en Europa, y por tanto, hay más emisiones en todo el mundo.
Ante el tarifazo eléctrico (que sigue sumando récords, porque el jueves será de 141,7 euros por megavatio-hora), Imaz ha destacado que Repsol consume el 1,3% de la electricidad de España y el 12-13% del gas natural, por lo que “queremos y necesitamos precios bajos”, al igual que otras industrias (siderúrgica, azulejería, etc.). “Nos estamos jugando la competitividad de la economía, el empleo industrial y el futuro de las próximas generaciones”, ha subrayado. Además, cree que el motor de combustión “debe tener más vida” a partir de 2035 (fecha límite que Bruselas ha puesto para la venta de coches de gasolina, diesel e híbridos), aludiendo a la advertencia de Luca de Meo, CEO de Renault, de que esto podría causar despidos.