Josu Jon Imaz ha dado otro aviso al nuevo Gobierno Sánchez al señalar “vamos a aprovechar el apoyo regulatorio estadounidense a la descarbonización”, en una conferencia de Alumni Esade. Y el aviso llega justo el día en que ha tenido lugar la foto de familia ministros y el primer Consejo de Ministros, y casi un mes después de amenazar con reducir inversiones en España si continúa el impuestazo energético.
El CEO de Repsol, y Doctor en Ciencias Químicas, ha aplaudido cómo está afrontando la transición energética EEUU y sus mayores incentivos respecto a Europa. Algo que la compañía multienergética quiere aprovechar, por ejemplo, en proyectos de renovables y en la idea de sacar a bolsa dentro de unos años su negocio de exploración y producción (llamado upstream en el argot petrolero), del cual el 25% es del fondo de inversión estadounidense EIG desde hace 14 meses. “Tenemos que ir a países que apuesten para que el mundo siga teniendo el combustible que necesitamos”, ha añadido, en línea con el argumento con el que contestó a Greenpeace y a la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera (quien se repite en el cargo), en la última Junta de Accionistas a finales del pasado mayo: “Es ético producir el petróleo y el gas que el mundo necesita”.
Volviendo a España, Imaz ha referido: “Me llevan los diablos cuando hablan de los beneficios extraordinarios”, porque en 2021 y 2022 Repsol no ha recuperado las “pérdidas extraordinarias” que tuvo en 2019 y 2020, sino solo una “parte”. Asimismo, ha recordado “el comportamiento solidario manteniendo toda su actividad abierta para que se pudiera seguir suministrando combustibles” durante el Covid-19, a lo que hay que añadir el lanzamiento de descuentos en carburantes incluso antes que los del Gobierno, y que este año, como la mayoría de las petroleras (expecto en la portuguesa Galp), ha visto descender sus resultados por los menores precios del petróleo y del gas.
Imaz ha vuelto a defender el papel de la industria como “gran motor y ascensor social del país”, para garantizar que los jóvenes tengan “trabajos estables sueldos dignos”. Asimismo, ha vuelto a insistir en que se apueste por el trilema energético (seguridad de suministro, accesibilidad y descarbonización) en la transición, porque sino es un fracaso.