Decíamos que el imperio inmobiliario de Amancio Ortega, fundador y primer accionista de Inditex, apuesta por la diversificación y esta es doble: por un lado, apuesta por variedad de tipología de inmuebles (oficinas, apartamentos de lujo, naves logísticas, hoteles…); y por otro, por múltiples geografías. Y esto seguirá aumentando, porque acaba de acometer su primera inversión en Luxemburgo.
Pontegadea ha estrenado las inversiones de 2024 con la compra de un edificio prime de oficinas, en el denominado Royal Park -la mejor zona de oficinas de la capital luxemburguesa-, por 165 millones de euros, según ha adelantado Cinco Días y han confirmado fuentes de Pontegadea a Hispanidad. Se trata de la primera inversión de 2024, tras haber invertido 1.430 millones en ladrillo el año anterior, en cinco operaciones en activos de logística, dos en residencial, una en oficinas, otra en hoteles y otra en energías renovables. En concreto, esta última compra fue la más cara que afrontó en 2023 (ascendió a 363 millones) y supuso hacerse con el 49% de una cartera de 618 megavatios renovables de Repsol, repartidos en 12 parques eólicos en Aragón y Castilla y León, y dos plantas fotovoltaicas en Castilla-La Mancha y Andalucía.
Cabe recordar que a Ortega no le agrada Ignacio S. Galán ni Iberdrola, pero sí la compañía multienergética que dirige Josu Jon Imaz y preside Antonio Brufau, pues con esta última ya lleva tres operaciones en los últimos años y ninguna con Iberdrola: a la compra del 49% de la citada cartera de 618 MW renovables, se suma la del 49% del parque fotovoltaico Kappa en 2022 y la del 49% del parque eólico Delta en 2021. Esto no es baladí y menos en el contexto de esta semana: recuerden que Iberdrola le ha declarado la ‘guerra’ a Repsol con una demanda judicial que carece de fundamento y la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, se ha puesto del lado de la eléctrica y re-insultando a Repsol, pero desde esta última, Imaz respondió acusándola de desindustrializar España.
Volvamos a Pontegadea, donde las riendas las lleva José Arnau, hombre de confianza de Amancio Ortega y de su segunda esposa, Flora Pérez. Luxemburgo es un mercado que el vehículo inversor de Ortega conoce bien, pues ya tiene activos que son propiedad de sociedades domiciliadas en este país europeo, al que sigue de cerca por su buena situación macroeconómica y su atractivo (de hecho, se trata del segundo país que eligen las empresas españolas para canalizar inversiones) y ahora ha surgido una buena oportunidad que aprovechar y Pontegadea puede hacerlo, tras los buenos resultados de su último ejercicio. También hay que tener en cuenta que la inversión en edificios de oficinas prime -es decir, situados en zonas de negocios preferenciales, con un diseño moderno y adaptado a los exigentes criterios de sostenibilidad- presenta una mejor evolución que la de los inmuebles de oficinas ubicados en zonas secundarias y desactualizados, según informó EjePrime, pues la primera tuvo una alta tasa de ocupación y mantuvo el interés inversor en 2023, y esto continúa siendo así en los primeros meses de este año.
El edificio de oficinas prime situado en el Royal Park de Luxemburgo es un activo de alta calidad y cuenta con inquilinos de solvencia y con contratos a largo plazo. Entre ellos, está el fondo de capital riesgo CVC, que tiene sus orígenes en 1981 dentro del banco estadounidense Citicorp (hoy Citigroup), del que se escindió en 1993 y pasó a ubicar sus sedes en Londres y Luxemburgo; en España lo dirige Javier de Jaime y controla el 20,7% de Naturgy a través de la sociedad Rioja -la cual comparte con Corporación Financiera Alba, es decir, con la familia March). CVC es uno de los fondos que presiona para recortar poderes a Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy. Como saben, los fondos de inversión suelen tener un horizonte de inversión de unos cinco años dentro de una compañía y después deciden empezar a salir, obteniendo jugosas plusvalías, pero De Jaime refirió que en el caso de CVC los plazos inversores exceden con creces ese tiempo, como se puede ver, por ejemplo en: Tendam Brands, el dueño de Cortefiel y de otras marcas textiles (aquí está desde 2006); Deoleo (desde 2014); y Naturgy (desde 2018). Hay que tener en cuenta que, por ahora, no busca salir de Tendam (que saldrá a bolsa este año); se le ha complicado la salida de Deoleo; y podría plantearse empezar a salir de Naturgy si no tiene éxito con sus presiones.
Eso sí, es disparatado plantearse que Pontegadea, ahora nuevo casero de CVC, podría comprar la participación de dicho fondo en Naturgy (antes llamada Gas Natural Fenosa, después de que en 2009 Gas Natural comprara Unión Fenosa) en caso de una hipotética venta. Es cierto que a Ortega le gusta, y mucho, el sector de la energía desde hace años, pero tras quedarse con la espinita de no poder hacerse con Unión Fenosa en 2005, que fue adquirida finalmente por ACS, ha estado un tiempo prefiriendo invertir en Inditex y en inmuebles, convirtiendo Pontegadea en la gran inmobiliaria española. Desde hace unos años, volvió a invertir en energía, pero hasta ahora a pequeña escala: a las citadas operaciones con Repsol; se ha sumado el 5% de Enagás, compañía transportista de gas y gestora del sistema gasista español donde el Estado controla el 5%; el 5% de su filial verde (Enagás Renovables); el 5% de Redeia, la empresa transportista de electricidad y operadora del sistema eléctrico español en la que el Estado posee el 20%; y el 12% de REN, el operador de redes eléctricas portuguesas. Además, Ortega también apuesta por Telxius, donde entró en 2018 con un 9,9%, al unirse a Telefónica para comprar al fondo KKR el 40% que tenía de esta filial de infraestructuras de telecomunicaciones: ahora posee el 30% y la teleco que preside José María Álvarez-Pallete -en la que van a entrar los saudíes de STC y el Estado español- controla el 70% restante.