La compañía india Tata Motors se ha convertido en otra empresa que hace chantaje a España. Así se refleja en el hecho de que podría elegir Reino Unido para levantar una fábrica de baterías... si allí recibe más ayudas públicas, claro está.
Se trata del fabricante automovilístico indio fundado en 1945, que en 2008 compró a Ford las marcas británicas Jaguar y Land Rover, y actualmente se dedica a producir coches de pasajeros y comerciales. En su último ejercicio fiscal (abril 2022 a marzo 2023), ha dejado las pérdidas y ha aumentado ventas e ingresos. Entre sus proyectos a corto plazo está la construcción de una fábrica de baterías en Europa y la decisión estaría entre dos países: Reino Unido o España.
Tata Motors habría elegido Somerset (Reino Unido) en lugar de Zuera, un pueblo de la provincia de Zaragoza (Aragón, España), según Bloomberg, aunque la decisión aún no es definitiva. El presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, quien necesitaría a otros partidos para mantenerse en el cargo tras las elecciones del 28-M, ha referido que ha hablado con el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, “quien se ha mostrado sorprendido por la información publicada y me ha asegurado que el Gobierno sigue negociando con Tata”. Eso sí, por si acaso, Lambán ha subrayado: “Siempre lo he dicho y lo mantengo, las opciones de Aragón para ser el espacio donde se ubique una fábrica de baterías para coches eléctricos no acaban en Tata. Hay más opciones con mucha verosimilitud”.
Hace unos meses, Tata Motors exigía 500 millones de libras esterlinas (unos 576 millones de euros) de ayuda gubernamental a Reino Unido para instalar allí su fábrica de baterías, según publicó Financial Times. A esto se suma que tras el Brexit los coches producidos en Reino Unido deben tener un 45% de componentes locales o europeos para no pagar un 10% de aranceles cuando se exporten a la Unión Europea.
Tata Motors ha optado por la técnica del chantaje que tan bien le fue al grupo automovilístico alemán Volkswagen: logró recibir más ayudas públicas (del Gobierno Sánchez y también del gobierno autonómico de la Comunidad Valenciana) a cambio de levantar una gigafábrica de baterías en Sagunto (Valencia). Otra fábrica de baterías se hará en Navalmoral de la Mata (Extremadura) por parte del grupo chino Envision junto a Acciona, y probablemente la eslovaca InoBat levante otra en Valladolid, en lugar de hacerlo en Reino Unido porque este país no tiene acceso a los fondos comunitarios. Además, el grupo chino fabricante de coches eléctricos BYD estudia la opción de construir otra fábrica de baterías en España, opción que también se ha planteado Stellantis, el grupo automovilístico surgido de la fusión de PSA y Fiat Chrysler Automobiles que tiene tres plantas de producción de coches aquí (en concreto, situadas en Vigo, Figueruelas y Madrid).