Indra Sistemas publicó en la tarde de ayer, 28 de febrero de 2023, sus resultados de 2022. El grupo anuncia en el encabezado de su informe de resultados del ejercicio que ha alcanzado máximos históricos en ingresos y en EBIT.
Asimismo, el grupo ha mejorado sobremanera su resultado obtenido en este pasado año respecto al logrado en 2021. El precio de la acción cerró la sesión de ayer en un precio de 11,94 euros, sufriendo un decremento de un 0,42% respecto a su precio de apertura, aunque hoy miércoles ha amanecido con una subida del 4,27%. En el último mes, el precio de la acción se ha incrementado en 6,23%.
El resultado neto a cierre del cuarto trimestre de 2022 del grupo ha sido de 172 millones de euros, un importe muy superior, en un 19,9%, al reflejado a cierre del año 2021, el cuál se situó en 143 millones de euros. Parece que por fin el grupo se ha olvidado del efecto de la pandemia en sus cuentas, claramente reflejado en un resultado que fue negativo de -65 millones de euros- a cierre de 2020.
La facturación del grupo, ingresos ordinarios, a cierre del cuarto trimestre de 2022 ha crecido en un 13,6% respecto al cierre del mismo trimestre de 2021, variando desde los 3.390 millones de euros hasta llegar a los 3.851 millones de euros. Un porcentaje de incremento de la cifra de negocios del grupo entre períodos importante, pero muy bajo si la comparamos con el abultado aumento de la cifra de resultado del ejercicio, en iguales términos comparativos.
Indra no es noticia por las cuentas. Es noticia porque el Gobierno, principal accionista de la compañía, con más del 25% del capital, continúa deshojando la margarita: se escinde la compañía en dos unidades, siendo la única empresa pública 100 por 100 dedicada a defensa
En relación con la capacidad de generar recursos del grupo, analizada a través del EBITDA, ha reflejado su buen hacer en la gestión. Dicha cifra ha aumentado en 2022 en mayor medida que su facturación de manera comparativa con el año anterior. Este hecho ya se venía vaticinando en nuestro análisis de períodos intermedios anteriores de las principales magnitudes que componen el resultado del grupo. El EBITDA de INDRA SISTEMAS a cierre de 2022 ha alcanzado los 400 millones de euros, suponiendo un incremento del 14,7% respecto a la misma cifra a cierre de 2021, que fue de 349. Además, cabe resaltar que la cifra de EBITDA del período es muy superior a la obtenida por el grupo en 2020, que fue de 77 millones de euros. Es decir, la gestión de los gastos de explotación del grupo en 2022 ha sido considerablemente mejor que la realizada en el año anterior ya que si bien es cierto que los mismos han aumentado, aprovisionamientos y otros gastos de explotación y gastos de personal, su incremento en términos relativos respecto a los ingresos ha sido inferior. De especial relevancia es que, a diferencia de lo que ocurrió en los períodos 2020 y 2021, INDRA SISTEMAS ha aumentado sus gastos de personal en este 2022 de manera comparativa con el año anterior, en un 14,7%, pasando de ser de 1.872,5 millones de euros en 2021 a 2.147,4 millones de euros en 2022.
A medida que vamos avanzando en las distintas partidas que componen el resultado del grupo, las diferencias positivas entre las cifras de 2022 y 2021 se van acentuando. El EBIT, EBITDA una vez descontadas las amortizaciones y depreciaciones del período, del 2022 de INDRA SISTEMAS se ha situado en 300,5 millones de euros, 45 millones de euros por encima de lo obtenido por el grupo a cierre de 2021, lo que supone un incremento porcentual entre períodos del 17,6%. Como bien decíamos, los efectos de la pandemia en forma de deterioros del grupo van desapareciendo paulatinamente y eso se nota. De igual manera ha ocurrido con el resultado del grupo antes de impuestos, el cual ha sido superior en 2022 en 44,4 millones de euros al del cierre de 2021, pasando de una cifra de 221,4 millones de euros a 255,8 millones de euros.
Finalmente, analicemos de manera breve la deuda neta y la liquidez del grupo. Al igual que ocurrió en 2021, período en el que la deuda neta de INDRA SISTEMAS registró un descenso respecto a la deuda neta inicial del período, INDRA SISTEMAS ha descendido en el 2022 su deuda neta en 200 millones de euros respecto a la deuda neta inicial, hasta situarse en 42,6 millones de euros. Nos encanta ver que la cifra de deuda neta del grupo sigue descendiendo año tras año. Sin embargo, no podemos decir tal bondad de la evolución de efectivo del grupo en igual comparativa. El flujo libre de caja de INDRA SISTEMAS ha descendido en 36,2 millones de euros entre 2021 y 2022, ello provocado principalmente por la variación negativa de existencias realizadas durante el período que ha supuesto un decremento del flujo en 181 millones de euros respecto al año anterior, decremento que no ha podido ser compensado con la variación positiva de acreedores.
Las cuentas bien pero, evidentemente, Indra no es noticia por las cuentas. Es noticia porque el Gobierno, principal accionista de la compañía, con más del 25% del capital, continúa deshojando la margarita: si escinde o no escinde la compañía en dos unidades, siendo la única empresa pública 100 por 100 dedicada a defensa. El resto de la ingeniera se vendería a un fondo. Y de la operaciòn, naturalmente, depende lo que vaya a ocurrir con el presidente, Marc Murtra, cada vez más firme pero aún no ejecutivo y con el consejero delegado, Ignacio Mataix. Pero, al parecer, el Gobierno no tiene prisa en tomar una decisión.