Decíamos ayer que Indra no puede estar viviendo de rumores de cambios continuos en la cúpula. Un día, a la SEPI se le ocurre que hay que echar al CEO, José Vicente de los Mozos, para sustituirle por Javier Escribano y al otro que hay que vender.
Ejemplo: jugar a carros de combate en tiempos de guerra significa ponerse aún más en manos de una ministra tan veleidosa como Margarita Robles y de un especulador tan peligroso como Joseph Oughourlian.
En el Bazar de las Armas no se gestiona, se ejecuta, entre otras cosas porque es un mercado con un sólo cliente: la clase política, que, además de imprevisible resulta caprichosa e irracional.
Y entonces surge la información de El País del pasado miércoles que, miren por dónde, es una editorial presidida por un tal Joseph Oughourlian, accionista y consejero de Indra y peón de La Moncloa para convertir El País y la SER en aquello en lo que se ha convertido: en el triste vocero de Sánchez.
Ojo, que, como ya hemos informado, ahora Oughourlian ha caído en desgracia en Moncloa pero en el Sanchismo saben que no es tan fácil librarse del accionista mayoritario de una compañía, PRISA... quien ya ha caído en la cuenta de que, presuntamente, le pagarían sus pérdidas en El País y la SER con un pelotazo en Indra... que no acaba de serlo. Además, Oughourlian sólo aceptará que José Miguel Contreras, el hombre de La Moncloa para RTVE y PRISA, mande en PRISA si le pagan lo que le deben en INDRA... y eso tiene todos los visos de que no va a ocurrir.
Pues bien, va El País, tal día como el miércoles 18, y lanza una información, cierta pero con una agresiva carga de profundidad 'made in' don Joseph, de que la ministra Margarita Robles, ya trasmutada en sanchista tras sus meteduras de pata en la gota fría valenciana, esto es, trasmutada en mentirosa, exige responsabilidades a Indra por incumplimiento de los planes de entrega de uno de los pilares de su producto estrella, el carro de combate ocho por ocho. Si lo quieren en mensaje de portavocía oficial: el Ministerio de Defensa ha declarado desierto el concurso del nuevo vehículo de combate rodado (VCR), Dragón 8x8.
Pues qué bien, porque de ese producto estrella depende todo el plan de mecanización del Ejército en tiempos de guerra que había puesto en marcha el Presupuesto público.
Ahora bien, lo sorprendente es que la exclusiva corresponda -¡qué casualidad- a un medio presidido por un tal Oughourlian, consejero y accionista de Indra y empeñado en cargarse -a don Joseph le encantan los despidos- al consejero-delegado de la compañía, José Vicente de los Mozos.
Lo dicho, que no se puede vivir de un solo cliente y que lo mejor sería no vender Minsait, la parte civil de Indra, y no apostar todo el dinero al bazar de las armas.
Y lo más importante: o bien Marc Murtra hace cambios en Indra le harán los cambios... o le cambiarán a él. A Oughourlian le es igual mientras cumplan con su incumplido pelotazo en Indra. Mientras tanto, el presidente de PRISA y consejero de Indra anda ligeramente cabreado con Moncloa, pero, ojo, en Presidencia de Gobierno no saben a quién molestará su cese. Quizás porque salvo el propio Sánchez -y el fallecido César Alierta- mucho me temo que en el Sanchismo nadie conoce el gran misterio de Joseph: ¿a quién reporta Oughourlian, quién es su verdadero jefe? ¡Cuidado! Lo único que sabemos del franco.armenio es que es un golpista mercantil, un especulador en toda regla.
O Murtra hace cambios o le harán los cambios.