Tres consejeros de la SEPI, un ejecutivo y seis independientes: es la macrorenovación del Consejo de Indra, que tendrá lugar en la próxima Junta. Es el momento que el presidente, Marc Murtra, puede aprovechar para prescindir de José Vicente de los Mozos, el CEO.
No se trata, tan sólo, de que el presidente proceda del PSC y De los Mozos esté próximo al PP, aunque también. Se trata de que la empresa vive una especie de explosión corporativa. Por un lado, lo que mantiene viva a Indra, lo que aporta beneficio, es la ingeniería civil Minsait, pero lo que supone valor bursátil, no es el presente, sino el futuro: las expectativas sobre inversiones en industria de defensa. No olviden que estamos en guerra y que Indra ya no aspira tan sólo a fabricar el rádar de cazabombarderos y de fragatas, sino que, además, también fabricará sistemas electrónicos, el corazón de los vehículos blindados.
En este sentido, es importante la ultimísima aprobación de Competencia sobre la constitución de Tess Defence, donde ahora Indra es el coordinador.
El único problema es, por tanto, que el ministerio de Defensa, es decir, doña Margarita Robles, aporte el presupuesto necesario para dar el salto y convertir a Indra en el puntal de la industria de defensa española para Europa. No olviden, que en materia de defensa el planteamiento no es ético, sino, más bien de eficiencia. Si fallas, estás perdido: nadie te vuelve a contratar. Y ojo, porque en la división de defensa de Indra se están amontonando los fallos y los retrasos. Una situación que exige situaciones urgentes.
Pero en el presente, es Minsait la que sigue sacando adelante la cuenta de resultados. Y a alguien se le ocurrió la peregrina idea de vender Minsait, una decisión precipitada que ha hecho, por ejemplo, que Minsait no se haya metido todavía o que, en sentido opuesto... Hispasat no se haya comprado todavía.
La idea ahora es aguantar hasta que aumente el presupuesto de Defensa. Hasta ahora, la empresa sobrevive gracias a Minsait
Todo ello, envuelto en un monumental lío corporativo. La expectación ante la próxima Junta General de Accionistas es de las que hacen época, dado que vence el mandato de tres consejeros de la SEPI, un ejecutivo y seis independientes. Y, la guinda de la tarta: Murtra y De los Mozos no se entienden y, en pocas palabras, esa próxima junta será la ocasión ideal para que Marc Murtra se libre de José Vicente de los Mozos. Ahora bien, no olviden que el Estado tan sólo posee el 26% de Indra, además de los inversores amigos como los Escribano o SAPA. Y que la mayoría de los consejeros que hay que renovar son independientes. Ellos son los que decidirán si es posible cesar a De los Mozos. Eso sí, Murtra siempre contará en este punto con el apoyo incondicional del tocanarices de Josep Oughourlian, consejero de Indra y presidente de PRISA.
Resumen, una empresa con grandes expectativas futuras y con un jaleo corporativo de no te menees. Y el asunto no es baladí, porque estamos hablando de que Indra, junto a Navantia, es el puntal de una industria muy discutida, pero la más floreciente de la Europa actual: el bazar de las armas.