El mismo día -viernes 3- que Acerinox, 18% de los March, anunció el inicio de conversaciones con Aperam para una posible fusión-venta-adquisición, Corporación Financiera Alba (familia March) envió un hecho relevante a la CNMV anunciando la venta del 3,2% que aún mantenía de INDRA a la Sepi, que ya posee el 23,89% de la compañía.
En otras palabras, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales está cada vez más cerca de poder reforzar su posición en el máximo órgano de gobierno y exigir un tercer consejero que acompañe a los socialistas Antonio Cuevas y Miguel Sebastián. Para ello, ha pagado 62,3 millones de euros a los March, esto es, 11 euros por acción, lo que le ha reportado a Alba una plusvalía contable antes de impuestos de 8,4 millones.
Pero eso es lo de menos. La salida de los March ya estaba anunciada desde mediados de diciembre de 2021, cuando vendió el 5% de su participación en medio de la tormenta provocada por el cese de Fernando Abril-Martorell y el nombramiento del socialista Marc Murtra como presidente no ejecutivo por la rebelión de los independientes, liderados por Alberto Terol y el secretario general del Consejo, José Antonio Escalona. El primero, vicepresidente y consejero coordinador durante la revuelta, no será renovado en la Junta del día 23 y el segundo fue cesado en julio de 2021.
Es decir, con la compra del 3,2% a Alba, Murtra allana el camino y se acerca a su objetivo de convertirse en presidente ejecutivo, con plenos poderes en la gestión, para la que no cuenta con Ignacio Mataix, todavía Ceo del grupo, al que llegó de la mano de Abril-Martorell. Como adelantó Hispanidad, el objetivo, tras el cese de Cristina Ruiz, es que Mataix salga de la compañía antes del día 23.
Luego viene la segunda parte, la entrada de INDRA en ITP Aero, una operación que el anterior presidente finalmente rechazó, con el apoyo del Consejo, por su elevadísimo precio. Nada más y nada menos que unos 1.700 millones de euros. Murtra quiere comprarla, cuenta con el apoyo del Gobierno y del PNV que planea hacerse con el 6% del capital con el único objetivo de anclar la compañía en Zamudio (Vizcaya), su sede de toda la vida.
En principio, el plazo para comprar ITP a Rolls Royce finaliza el 30 de junio. Antes de esa fecha, el fondo norteamericano Bain Capital tendrá que depositar los 1.625 millones que se ha comprometido a pagar y para los que sigue buscando socios españoles, entre ellos y de una forma destacada, la propia INDRA.