Decíamos ayer que Marc Murtra se asienta en la Presidencia de INDRA mientras la SEPI, dirigida por María Jesús Montero, prepara la salida del Ceo, Ignacio Mataix.
Ahora bien, lo importante es que se tome una decisión sobre el futuro de la ingeniería. Es decir, responder a estas dos preguntas: ¿va a haber escisión de la empresa entre la división de Defensa y el resto? ¿Se va hacer una ingeniería pública de defensa como tienen otros países europeos?
Pues bien, la opción más clara es la segregación entre ingeniería y defensa. En ese caso, Murtra pasaría a presidir la ingeniería de defensa 100 por 100 estatal. El resto de la empresa se vendería a fondos -ya hay varios interesados- y pasaríamos a tener una empresa pública y otra privada.
Pero antes que INDRA hay que aclarar el tema PRISA. O mejor, el asunto Oughourlian. En definitiva, al especulador, hoy presidente de PRISA, al que el Gobierno ha utilizado para controlar la ingeniería, habría que entregarle el dinero necesario para satisfacer sus pérdidas en PRISA... y sus servicios en INDRA.