Pintan bastos en INDRA. A solo una semana de la Junta de Accionistas-23 de junio-, el vicepresidente, consejero coordinador y -más importante-, líder de los rebeldes, Alberto Terol, se resiste a abandonar la compañía y resulta que Terol es la llave para que Moncloa culmine la transformación de INDRA y la convierta en el eje principal del proyecto español de Defensa.
Y sí, el papel de Airbus, donde España pinta poco, ha pasado a un segundo plano -en Defensa, naturalmente- y ahora todos los esfuerzos están puestos en INDRA, lo que implica, principalmente, un aumento significativo del presupuesto público. Recuerden que, además, la división de Defensa goza de un mayor margen de beneficio y supondría una nueva era, mucho más dulce, para la compañía tecnológica, incluida la tan ansiada entrada en ITP Aero.
En definitiva, el Gobierno Sánchez no soltará el dinero hasta que Marc Murtra no sea presidente ejecutivo e Ignacio Mataix haya salido de la compañía. En otras palabras, no lo hará mientras Terol continúe en el Consejo, taponando la entrada de Juan Moscoso, el tercer consejero en representación de la SEPI.
Lo cierto es que Terol, de momento, mantiene suficientes apoyos. Mención especial merece el de Carmen Aquerreta, consejera independiente y vocal de la comisión de Auditoría y Cumplimiento y de la de Estrategia, porque resulta que es su cuñada.
En resumen: mientras Terol esté en el Consejo, no puede entrar Juan Moscoso como tercer representante de la SEPI, Murtra no puede ser ejecutivo y no pueden echar a Mataix, que podría permanecer como consejero delegado más allá del día 23. Aunque no se confíen: ese día, antes de la Junta, INDRA celebrará un Consejo de Administración en el que podrían pasar muchas cosas.