Intel ha logrado un beneficio neto de 8.113 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone más del doble que el obtenido hace un año, debido a la gran demanda de componentes. Todo ello, a pesar de menores ingresos, pues se han situado en 18.353 millones, frente a los 19.673 millones de hace un año. Pero ojo, prevé un segundo trimestre bajo por la débil demanda de pc y la incertidumbre por el resurgimiento del Covid-19 en China, a lo que se suma el aumento de la inflación y la guerra en Ucrania.
Ante esta advertencia los inversores han dado un castigo bursátil (-4%) al fabricante de chips estadounidense en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos del pasado jueves. Claro que este jueves, en la preapertura, la acción de Intel sube más de un 3%.
En 2021, la electrónica y tecnológica surcoreana Samsung Electronics le arrebató el trono por primera vez desde 2018 de los principales proveedores de semiconductores por ingresos del mundo
El fabricante de chips estadounidense con sede en Santa Clara (California) enfrenta un contexto en el que fabricantes de coches y de dispositivos electrónicos demandan grandes cantidades de chips, pero también se han generado cuellos de botella en la cadena de suministro desde hace meses que han retrasado la producción. Además, en 2021 Intel tuvo un gran año en beneficio y facturación, pero la compañía electrónica y tecnológica surcoreana Samsung Electronics le arrebató el trono por primera vez desde 2018 de los principales proveedores de semiconductores por ingresos del mundo, según el ranking elaborado de la empresa consultora y de investigación de las tecnologías de la información Gartner.
En el primer trimestre, de los 18.353 millones facturados por Intel, la mayor aportación ha procedido del negocio de computación para clientes, dedicado a producir chips para ordenadores, con 9.294 millones. Eso sí, esta cifra fue algo menor a que aportó hace un año, que se situó en 10.723 millones. Asimismo, Intel ha dedicado casi 700 millones de dólares adicionales a investigación y desarrollo, y al mismo tiempo ha repartido entre sus accionistas un dividendo de 1,99 dólares por acción, muy superior al de hace un año (0,83 dólares). Además, ha avanzado en la creación de una cadena de suministro equilibrada y resistente para la fabricación de semiconductores, con nuevas inversiones anunciadas en Estados Unidos y Europa, y ha abierto la última fábrica de investigación y desarrollo de vanguardia en Oregón (EEUU).