El mercado -y por tanto, los inversores- aplaude que el grupo Volkswagen saque a bolsa el 12,5% del capital de la marca Porsche, que podría valer casi el doble que la italiana Ferrari. Su cotización sube más de un 3% este martes y Porsche podría alcanzar unas valoraciones de entre 60.000 y 85.000 millones de euros, cifras que aún no han sido confirmadas por Volkswagen, pero que superarían con creces la capitalización de Ferrari: este fabricante de coches deportivos vale en bolsa unos 37.000 millones y es propiedad de la familia Agnelli, a través de la sociedad Exor, que a su vez es también el primer accionista de Stellantis, CNH Industrial e Iveco (este último se escindió de CNH Industrial y empezó a cotizar en bolsa el pasado enero).
Los analistas del Banco Sabadell han destacado que la salida a bolsa para finales de este mes o principios de octubre es una noticia positiva porque permitirá aflorar valor dada su gran diferencia con Ferrari, aunque no sea el momento más propicio: a finales de febrero se rumoreó la operación y entonces las valoraciones para el 100% de Porsche se situaban entre 80.000 y 90.000 millones. Ahora estas habrían bajado al rango de entre 60.000 y 85.000 millones, pero incluso si se sitúan en el peor escenario (60.000 millones), los analistas han destacado que los fondos obtenidos serían de al menos 15.000 millones (lo que supone cerca del 18% de la capitalización de Volkswagen) y los accionistas percibirían un dividendo extraordinario con una rentabilidad cercana al 9%.
Los analistas del Banco Sabadell han destacado que los fondos obtenidos serían de al menos 15.000 millones. Unos fondos que servirán para acelerar la transformación industrial y tecnológica del grupo Volkswagen
El gigante automovilístico alemán, controlado por las familias fundadoras (Porsche y Piëch) a través de Porsche Automobil Holding SE, ha aprobado la salida a bolsa de la marca Porsche. En concreto, lo han hecho tanto el Consejo de Administración del grupo Volkswagen como su Consejo de Supervisión (el cual está presidido por el empresario austriaco Hans Dieter Pötsch). Una operación con la que se obtendrán fondos para acelerar la transformación industrial y tecnológica del grupo automovilístico alemán que tiene nuevo CEO desde el pasado 1 de septiembre (Oliver Blume, que hasta entonces era el primer ejecutivo de la marca Porsche), y de los que también se llevarán parte (el 49% concretamente) los accionistas a través de un dividendo extraordinario si lo aprueba la Junta Extraordinaria que se celebrará en diciembre.
En el primer semestre, Porsche Automobil Holding SE sacó provecho de ser el primer accionista del grupo Volkswagen, del que posee el 53,3% de las acciones con derecho a voto y un 31,9% del capital. Y también se beneficiará de la escisión bursátil de Porsche: su accionariado se dividirá al 50% en acciones preferentes y ordinarias (estas tendrían derecho de voto y no cotizarán en bolsa), y Porsche Automobil Holding SE se compromete a comprar un 25% más una acción de estas últimas (y las pagará al precio de cotización más una prima del 7,5%). Las acciones preferentes cotizarán y la intención es colocar un 25%, lo que supondría en la práctica sacar al mercado el 12,5% del capital; y de ese 25%, al menos un 5% podría venderse a inversores minoristas, según Bloomberg. No obstante, el grupo Volkswagen seguirá teniendo el control mayoritario de la marca Porsche y por tanto, la incluirá en sus resultados, porque no es desdeñable: en 2021 aportó el 27,5% del beneficio del grupo con sólo el 3,4% de las ventas. Además, conviene destacar que no es la primera vez que opta por una escisión vía salida a bolsa: lo hizo a finales de junio de 2019 con Traton, la división de camiones y autobuses que integra varias marcas (MAN, Scania, Navistar y Volkswagen Caminhões e Ônibus), que tiene una capitalización de 6.820 millones y este martes su cotización sube más de un 1,5%.