La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) cayó 1,5 puntos en septiembre, hasta quedarse en el 9%, según los datos adelantados publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que publicará los datos definitivos del IPC de septiembre el próximo 14 de octubre.
En cuanto a la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), disminuyó en septiembre dos décimas, hasta el 6,2% (desde el 6,4% agosto), situándose casi tres puntos por debajo del IPC general.
En ambos casos, aunque se haya moderado, se trata de cifras escandalosas, por mucho que ahora el Gobierno nos lo quiera vender como un éxito. Pues, como es bien sabido, la inflación ‘se come’ los sueldos y por el mismo dinero puedes comprar o adquirir muchas menos cosas.
La explicación que ha dado el INE para esta leve caída ha sido la bajada de los precios de la electricidad y, en menor medida, al abaratamiento de los carburantes y del transporte.
En términos mensuales (septiembre sobre agosto), el IPC registró un descenso de seis décimas, su mayor retroceso mensual desde julio de 2021, cuando bajó ocho décimas.
Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 9,3%, más de un punto por debajo de la registrada en el mes anterior.