El INE confirmó este viernes que el IPC de diciembre se situó en el 3,1%, una décima inferior al de noviembre (3,2%), algo que el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, calificó de “muy buenos datos”. Es decir, a Cuerpo le parece fenomenal que los precios sigan disparados, en diciembre un 3,1% y en el conjunto del año un 3,5%, después de subir un 12,2% en los dos últimos años. Los datos serían buenos si los precios bajaran, no que sigan subiendo, aunque sea menos que antes. ¡Sólo faltaba!

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En esta ocasión, además, estamos peor que en la eurozona, donde el IPC de diciembre fue del 2,9%. Ya saben la táctica de Calviño que ahora ha heredado Cuerpo: compararnos con Europa sólo si salimos favorecidos. Si no -como en este caso- nos comparamos con nosotros mismos y decimos que los precios subieron menos que en noviembre (3,2%).

La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, también confirmó el dato adelantado y cerró diciembre en el 3,8% frente al 4,5% de noviembre y superior al 3,4% registrado en la eurozona. Es decir, en España suben más los precios que en Europa, pero eso el Gobierno no lo dice.

Si bajamos al detalle vemos que IPC subió menos gracias, según el INE, a los alimentos y bebidas no alcohólicas, que subieron un 7,3%, 1,7 puntos menos que en noviembre. Por el contrario, el transporte subió un 3,9%, casi cuatro puntos por encima de los precios de noviembre.